sábado, 23 de mayo de 2015

Mis productos favoritos e indispensables para el bebé (parte 2)


Hace ya un tiempo, escribí un post sobre nuestros productos favoritos para el bebé, pero para no hacer un post demasiado largo y aburrido, decidí centrarme en los más básicos y dejar para otro día la segunda parte.

Pero hoy estáis de suerte porque mi falta de inspiración (¿a alguna otra bloguera que le pase cada cierto tiempo un bloqueo mental y que se quede paralizada sin saber de qué hablar escribir?) ha hecho que me decida por hablaros hoy de otros productos favoritos, que quizás no son los típicos artículos de puericultura en los que sueles pensar, pero que nos han resultado un apaño tremendo y muy prácticos.



Arnidol (Árnica y Harpagofito)

En el momento en el que el peque empezó a moverse de un lado a otro, se convirtió en nuestro más fiel aliado. Mi hijo es una cabra loca que corre de un lado a otro mirando hacia atrás, o salta desde el sofá contra la mesa, o hace mil bestialidades que acaban en fatalidad: chichones, moratones, heridas... Y muuuchas lágrimas (aunque creo que se está volviendo un tipo duro, porque ya a veces ni llora... me pide un beso y se va a jugar, siguiendo por donde lo dejó todo). Pero es ponerle el bendito Arnidol, y se calma rápidamente, y evita que salga un chichón muy exagerado o moratón. Existen otras marcas y formatos, nuestro preferido es el Acofar en formato barra (gel stick), es muy fácil de aplicar y en verano no se derrite (la marca Arnidol siempre se vuelve muy blanda la barra y acaba siendo algo asquerosete aplicarla). Siempre llevo una barrita en el bolso.



Protector para las barras de la cuna

Nuestra cuna venía con un protector de silicona extraíble para colocar en la barra lateral de la cuna, para proteger la madera de los mordiscos del bebé cuando le estuvieran saliendo los dientes. Me pareció una muy buena idea que viniera con esos protectores para los dos laterales de la cuna, porque posteriormente pude comprobar que cuando le empezaron a salir los dientes, estaba loco por morderlo todo, y la cuna no iba a ser menos. Pero señores fabricantes de cuna, ¿qué pasa con las otras zonas de la cuna, la cabecera y los pies, que están sin protector? Pues efectivamente mi peque empezó como un ratoncillo a roer la madera en un descuido nuestro. No fue gran cosa, pero ahí quedaron las marcas de sus dientes. Se me ocurrió dejar echadas sobre la cabecera y los pies una manta en cada lugar, para que si iba a morder, mordiera sobre la tela. Pero el invento duró poco, porque mi peque quitaba la mantaba y volvía a la madera. Entonces, busqué por internet y encontré en Etsy protectores de tela para atar alrededor de la cuna. Eran caros, porque sólo los encontré en EE.UU. Pero merecieron la pena. Obviamente si yo supiera de costura, podría haberlos hecho yo misma, pero como no tengo ni idea de coser, lo dejé en manos de la tienda Etsy e hice el pedido.




Baberos - Kushies

Hemos probado infinidad de baberos de todos los tipos habidos y por haber... Con clip, con velcro, con lazo, con mangas, sin mangas, de plástico, de tela, de tela plastificada, con o sin bolsillo, desechables... Vamos que nos hemos hecho casi unos expertos en baberos, después de equivocarnos, una y otra vez. Al principio usé únicamente de tela, pero mi peque regurgitaba tanto que los de tela acababan traspasando la humedad a su ropa. Desde antes de introducir la alimientación complementaria, nuestro peque usaba, mientras tomaba pecho, unos baberos de tela, plastificados por la cara trasera, lo cual hacía que si regurgitaba o derramaba leche no se empapara la ropa, y pudiera aguantar el babero puesto toda la toma. Luego durante el resto del día, el pequeñajo se lo pasaba con baberos de tela en el cuello y gasas y baberos donde tuviera apoyada la cabeza. ¡Un glamour que desprendía el pobre...! Luego con la alimentación complementaria pensé que me servirían los mismos baberos, pero pronto me di cuenta de que no era así. Así que empecé a buscar baberos de plástico con mangas y bolsillos. Compré algunos en Carrefour y otros en Vertbaudet o en TucTuc. Todos, absolutamente todos, acabaron siendo un fracaso. El plástico era muy rígido, el velcro al poco tiempo dejaba de pegar, y se veía al pobre peque muy incómodo con esos baberos. Luego descubrí los de IKEA, pero tenían el inconveniente que para lograr que repelan los líquidos debes plancharlos y enseguida calan. Y finalmente encontré EL babero, el único que no cala, el velcro sigue como nuevo después de más de un año de lavados, no hay que plancharlo, se limpia fácilmente, y es cómodo para el peque, porque no es plástico rígido: son los baberos Kushies. No los conocía antes porque no los vi en ninguna tienda física, los vi de casualidad en Bebitus.com y me animé y compré uno para probarlo y ¡nos encantó! Tengo claro que cuando tengamos un segundo renacuajo, renovaré los baberos y sólo compraré de esta marca para cuando toque alimentación complementaria. 



Saco para la silla de paseo

Antes de ser madre, cuando estaba embarazada, pensaba que eso de comprar sacos para la silla de paseo era algo innecesario y una forma de tirar el dinero. Yo jamás caería en eso. Con un buen abriguito y una manta echada sobre las piernas iría más que tapadito y no cogería frío. 
¡Ay, cuánto me equivocaba...! Ya me lo recomendaron cuando compré el carrito, y me salía muy barato si al comprar el trío aprovechaba y pedía también un saco a juego, de la misma marca. Y caí. Lo compré. Durante todo mi embarazo estuve machacándome por haber caído y comprado esa estupidez. Pensaba que me había dejado engañar. Pero luego vino este bichito que no paraba quieto ni cuando era un recién nacido y dormía en su capazo. Cada minuto tenía que parar y acomodarle la mantita o sábana (nuestro bichillo nació en otoño...) porque no sabía estarse quieto y dejar las piernas tranquilas. Aguantó poco en el capazo. No le gustaba ir tumbado. Él quería ir sentado, o en brazos, y cotillearlo todo, así que las pocas veces que salía de paseo en el carrito, lo poníamos en el grupo 0+ (aunque no es muy recomendable, pero dado que no era todos los días, y sólo un ratito pequeño, lo llevábamos en el grupo 0+). Entonces me di cuenta de que el saquito de la silla de paseo se podía ajustar y colocar en el grupo 0, probé y ¡qué maravilla! Fue un gran cambio y un descanso para mí que siempre tenía que estar recogiendo la manta, acomodándosela, y preocupándome de que no cogiera frío (por aquel entonces ya era pleno invierno). Cuando ya se mantenía sentado lo pasamos a la silla de paseo e igualmente el saco cumplió su función y no me tuve que preocupar más de mantas ni de que se destapara o cogiera frío. ¡Qué gran invento!



Igualmente tengo más productos que nos han hecho la vida más fácil, pero este post ya se va alargando, así que lo dejaremos para una tercera parte.

¿Qué productos de puericultura son vuestros favoritos indispensables para vosotr@s?


2 comentarios:

  1. Hola! Las barritas de arnica son una pasada para los golpes, mi hijo no para de caerse y hemos probado una marca que no recuerdo cómo se llama pero tiene una rana verde dibujada.
    Los baberos con mangas también son prácticos, yo compré el pack de dos de Ikea.
    Saludos!

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  2. Dios se comen las barras de las cunas!!? eso no lo había oido jajajja, tomo nota!.

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