martes, 22 de diciembre de 2015

Y el sexo del bebé es...



Teníamos pensado hacer una Gender Reveal Party este próximo sábado para revelar el sexo del bebé a toda nuestra familia (como también hicimos cuando estaba embarazada del peque), pero dado que ahora estoy guardando reposo absoluto, eso ha hecho que nos lo replanteásemos, y decidiéramos cancelar la fiesta y directamente contarles a todos simultáneamente si tendrían un sobrino/a, o un nieto/a, no sin antes conocer cuáles eran sus apuestas.

Todos los de mi familia pensaban que era niño, mientras que todos lo de la familia de mi marido decían que sería niña. Yo siempre tuve un presentimiento desde la semana 8 de este embarazo sobre el sexo del bebé, pero sabía que podía estar equivocada, porque simplemente era intuición, y ya está. 

Entre los amigos tampoco estaban las cosas claras, unos me decían que sería niño, y otros me decían que sería niña. Entre las razones en las que se apoyaban para justificar su voto estaba la forma de la barriga, mis síntomas, mi cara o simplemente su intuición. 

Este embarazo desde el principio ha sido muy distinto a mi primero, empecé con las náuseas y ascos, desde antes de tener el positivo en el test de embarazo, con sólo 3 semanas de gestación, y han durado hasta la semana 12-13. ¡Pero han vuelto de nuevo en la semana 17 y 18! No tengo ningún antojo en particular, a diferencia de mi primer embarazo, pero sí muchísimos ascos. Pocas comidas tolero bien ahora. No he tenido el sueño que hacía que me durmiera por las esquinas de mi primer embarazo que hacía que 12 horas de sueño por la noche resultaran insuficientes; en este embarazo, sin embargo, me ha dado por el insomnio. Lo cual me deja aún más agotada, porque durante el día poco puedo descansar persiguiendo a un pequeño bichito de 2 años. La forma de la barriga también ha sido distinta desde el primer momento: en mi primer embarazo era puntiaguda, mientras que en este ha sido redondeada y así sigue siéndolo.

Obviamente en la ecografía de la semana 8 no se podía adivinar todavía nada, pero en la ecografía de la semana 12 del seguro privado, la ginecóloga se atrevió a decir el sexo y me juró que ella rara vez se equivocaba. Aún así no me quise hacer ninguna ilusión, porque creo que la semana 12 es aún muy temprano y puede haber un mayor margen de error.

No teníamos realmente preferencia alguna por un sexo u otro. Por un lado, tener otro niño era quizás lo más práctico y económico, porque todo, absolutamente todo, lo podríamos reutilizar, y poco tendríamos que comprar, salvo algo de ropa para el primer año (ya que van a ser peques de estaciones opuestas), y además quizás congeniarían más al ser del mismo sexo. Por otro lado, tener una niña nos permitiría vivir la maternidad/paternidad desde otra perspectiva y poder disfrutar de lo que se siente siendo padres de una niña. Fuera cual fuera el sexo, estábamos (y estamos) muy ilusionados con la llegada de este nuevo bebé.

En la semana 17 y 18 como tuvimos que visitar urgencias un par de veces, y también tuve cita con mi ginecóloga del seguro privado, en las ecografías que nos hicieron ya sí se veía claramente el sexo, sin lugar a dudas y nos lo pudieron confirmar sin tener ningún margen de error, demostrando que la ginecóloga de la ecografía de la semana 12 estaba en lo cierto.

Ecografía de la semana 12


Por desgracia, en urgencias no nos dan fotografía de las ecografías realizadas, y en mi cita con la ginecóloga del seguro privado estaba ella con tantas prisas y citas ese día, que se le olvidó imprimirnos una foto (además con todo el lío que ya llevábamos en la cabeza con el susto de las contracciones y el reposo absoluto, se nos olvidó preguntarle si nos daba una fotito). Pero en la ecografía de la semana 12 sí que nos dieron por el seguro privado muchísimas fotos, y una de ellas mostraba ya algo del sexo, aunque si no eres un experto, puede dar lugar a error... Pero estas fueron las fotos que usamos para dar a conocer el sexo del bebé a nuestra familia y amigos:

Primero les mandamos ésta, en la que les indicamos que los genitales de nuestro bebé son los de arriba a la izquierda, mientras que lo de la derecha es una explicación que encontré en internet (pero que coincidía con la explicación que nos dio la ginecóloga en su momento) de cómo se debe interpretar la imagen de los genitales en una eco de la semana 12.



A pesar de la explicación, cada familiar seguía en sus trece, sin cambiar sus apuestas, y fue necesario recurrir a algo ya más obvio y mandarles esto...


Y sí, mi intuición no me falló, y era lo que yo sospechaba desde el principio...


¡¡Es una NIÑA!!


¿Vosotras también intuisteis si sería niño o niña vuestro bebé? ¿Acertasteis? ¿En qué os basasteis para creer que era de un sexo u otro?

domingo, 20 de diciembre de 2015

La barriguita crece: 18 semanas (y con un buen susto)


Lamento, una vez más, el parón, pero como ya os dije la última vez por las redes sociales, la vida a veces se complica... Hace como una semana os decía lo mismo, pero realmente a veces se complica tanto la vida y nos causa tanto agotamiento físico, mental, o estrés, que acaba repercutiéndonos en nuestra salud y en nuestro cuerpo... y eso es lo que ha pasado en estos últimos días. Ya os dije hace una semana que la vida se había tornado algo complicada; si os digo la verdad, lo que ocurrió fue que un familiar mío tuvo un problema muy serio de salud y estuvo ingresado más de una semana. Eso acabó pasándome factura, por el estrés de la situación y el hecho de tener que estar sola con el peque días enteros sin ayuda de nadie, y finalmente he tenido que visitar yo urgencias varias veces esta semana pasada. Ya los médicos de allí son casi familia mía... a este paso.

Primero empecé a sentirme mal, náuseas de nuevo y muchas molestias de regla, algo de presión en la pelvis y a veces la sensación como que el bebé se me fuera a salir solo... no sé si me explico. Tras ir a urgencias, comprobaron que todo estaba correctamente, pero que al ser el segundo embarazo, es normal sentir más los síntomas que en el primer embarazo, e incluso sentir antes síntomas que se suelen sentir más avanzado el embarazo. Volvimos a casa aliviados y decidimos olvidarnos del tema.

Al día siguiente por la tarde, empecé a sentir contracciones. Al principio no quise alarmarme porque pensé que sería normal empezar de 17 semanas a sentir alguna contracción de Braxton Hicks esporádica. Pero éstas se tornaron muy rítmicas, cada 3 minutos, y no paraban. Tras más de 3 horas así, llamamos a mis padres, vinieron a quedarse con el peque (ya eran las 9 de la noche) y nosotros salimos para urgencias.

Tras mandarme a monitores donde salieron efectivamente algunas contracciones pero de poca intensidad, la ginecóloga de urgencias me atendió y chequeó minuciosamente. Por suerte, todo estaba bien, el bebé, la placenta, el útero, el cuello de útero largo y sin borrar nada. Pero dado que era muy pronto para tener contracciones tan seguidas que podían desencadenar un parto prematuro y que no me podían mandar ningún fármaco (como Adalat o Prepar) que pudiera frenar esas contracciones porque estaba de muy poco tiempo, me mandaron reposo absoluto, estando tranquila y relajada, y tomar progesterona, bajo el diagnóstico de útero irritable, provocado por cansancio extremo o estrés.

Afortunadamente, al día siguiente tenía cita con mi ginecóloga, a quien le comenté todo lo acontecido en las últimas 48 horas, y me volvió a mirar de nuevo. Todo seguía perfecto, sin dilatar ni borrar cuello de útero, pero me insistió en hacer reposo absoluto: "de la cama al sofá y del sofá a la cama", palabras textuales. Genial. ¡Menudas Navidades me esperan! (Como ya os dije en Instagram, hacer reposo absoluto teniendo ya un pequeño terremoto de dos años que te necesita, está siendo muy duro y complicado, y hay muchos momentos de bajón...)

Hoy me voy sintiendo algo mejor, aunque las contracciones aún no me han abandonado del todo, pero al menos no son tan seguidas. De momento hoy sólo me han dado 4 en todo el día, separadas por 1 hora y media o dos horas. Lo cual no es nada alarmante, y según me dijeron, sólo debo volver a urgencias si superan las 6 contracciones a la hora. Esperemos que todo vaya a mejor y no tengamos más sustos.



Así terminé los dos últimos días de mi semana 17 y he empezado la semana 18. De momento vuelvo a sentirme embarazada, no como hace dos semanas, que no sentía ningún malestar y se me olvidaba que estaba embarazada. Ahora, por el contrario, es imposible olvidarme de que estoy embarazada. Sigo sintiendo en algunos momentos molestias similares a la regla, moderadas por suerte; las náuseas y ascos volvieron en la semana 17 y siguen conmigo, lo cual ha hecho que pierda 2kg... (A este paso, ¡no sé cuándo voy a poner peso en este embarazo!)

Por otro lado, si ya os contaba hace unas semanas que sentía al bebé moverse desde bien temprano, ahora ya es algo exagerado. No sé si influirá que estoy de reposo, y por eso lo noto más, pero esta noche me despertó a las 5 de la mañana con unos bailes, que no me dejó dormir hasta las 7:30. También noto al bebé más grande. De hecho, en las ecos que me han hecho en urgencias y por la consulta de mi ginecóloga privada, el bebé está perfectamente de tamaño y peso para lo que corresponde a su edad gestacional (a diferencia de su hermano, que siempre que iba a las ecografías parecía que era una semana más pequeño a la edad gestacional que le correspondía, y no paraban de cambiarme la FPP). Eso hace que me sienta yo también más torpe y molesta con la barriga, que ya va impidiéndome doblarme como acostumbraba, ponerme cómodamente los calcetines, y abrocharme mis pantalones de siempre. Aunque no lo creais, he perdido algo de barriga en comparación con la que tenía recién cumplida la semana 17, pero seguramente se debe a la pérdida de peso que he tenido en esta semana, por las náuseas y ascos. (Obviamente si la comparáis con la barriga de la semana 15, que es la que compartí por aquí, sí observaréis que ha crecido y no podréis ver que haya podido perder algo de barriga)

Además de todos los síntomas que os he comentado ya, algo nuevo de este trimestre y sobre todo de esta última semana, ha sido el dolor de los ligamentos redondos, y las contracciones de Braxton Hicks, que por desgracia me vienen acompañadas de taquicardias, y las detesto. Aunque las contracciones en sí no son nada dolorosas, simplemente noto que la barriga se pone dura, las taquicardias me dan una sensación de falta de aire, que se asemeja a cuando se tiene una crisis de ansiedad, y es muy desagradable.

Pero bueno, no todo van a ser quejas... y es que después de las visitas a urgencias y de la cita con mi ginecóloga, ¡ya nos pudieron confirmar el sexo del bebé! (sólo lo saben amigos y familia, así que si alguno de vosotros lo sabe, haceros los locos y no lo reveléis en los comentarios aún)



En el próximo post, os lo revelaré...

¿Qué decís que será? ¿Niño o niña? ¡Venga que empiecen las apuestas!

lunes, 14 de diciembre de 2015

Triple Screening: ¡prueba superada!


Ya el otro día os expliqué brevemente en qué consistía el triple screening. Como os comenté, es una prueba que se les realiza (si la gestante así lo consiente) en el primer trimestre del embarazo, combinando los datos recogidos en sangre y por ecografía, entre otros factores, para calcular el riesgo de que el bebé padezca alguna anomalía cromosómica (sólo se contemplan la trisomía 21, 13 y 18; existen, por supuesto, muchas otras anomalías cromosómicas que quizás no son tan conocidas que esta prueba no abarca). Los datos no son 100% fiables, sólo calcula la probabilidad de que el feto pueda tener alguna de las tres anomalías mencionadas anteriormente, pero el que dé positivo o un riesgo alto, tampoco significa que el bebé vaya a nacer con alguna anomalía; en esos casos se recomienda que se haga una amniocentesis para determinar si realmente tiene o no la anomalía de manera más certera.

En mi primer embarazo, que sólo lo llevé por la Seguridad Social, me salió un riesgo muy bajo (ya no recuerdo las cifras), no tuve que someterme a la amniocentesis, y no tuve que darle muchas vueltas al coco. De hecho, en una semana tras la ecografía, recibí los resultados por correo postal a mi domicilio, así que la espera fue bastante corta y no tuve ni tiempo a preocuparme por nada.

En mi segundo embarazo, he tardado en hablar de los resultados del triple screening... ¡porque no los recibía después de más de un mes de haberme hecho la ecografía y los análisis por la Seguridad Social! Sí es cierto que ahora llevándolo por lo privado a la vez, no llegué a angustiarme demasiado por la demora de los resultados de la Seguridad Social, porque por lo privado me los dieron a las dos semanas, y salió riesgo bajo




Pero aún así, el hecho de que viera pasar los días y las semanas y no recibir ni una noticia del triple screening de la Seguridad Social, hacía que me preocupara y me diera cierta angustia pensar que en esos resultados algo había salido mal... Tras dejar pasar 4 semanas, fui al centro de salud donde me realizaron la ecografía (en otra localidad) a hablar con la ginecóloga, para ver si podían darme ellos los resultados, ya que parecía ser que Correos se había olvidado de mi carta. Al cabo de media hora, vino una enfermera y me entregó en mano los resultados. Cuando vi que también salía riesgo bajo, pude por fin respirar tranquila, y sentir que podía pasar página y por fin hablar de ello en el blog...



De hecho, quise gritarlo a los cuatro vientos, pero vino el puente de la Inmaculada, y problemas médicos de un familiar mío, y al final hasta ayer mismo no me pude sentar e ir poniéndome al día con el blog. Es curioso cómo cambian los resultados del riesgo de la prueba en la Seguridad Social y de la prueba realizada en el privado, pero por suerte, en ambos casos sale riesgo bajo, y eso es lo que importa.

¿Cuál fue vuestra experiencia con la prueba del Triple Screening? ¿A alguna os salió riesgo alto o positivo? ¿Alguna de vosotras os tuvisteis que someter a la amniocentesis? ¡Me gustaría oír vuestras experiencias e historias!


domingo, 13 de diciembre de 2015

Palabrejas que oiremos en el primer trimestre de embarazo


Antes de quedarme embarazada por primera vez, no tenía mucha idea de las pruebas que tenían que pasar las embarazadas ni estaba familiarizada con vocabulario muy técnico, sabía que las embarazadas se hacían las típicas ecografías, y ya está. Era un poco inculta en ese tema, he de reconocer. Pero en cuanto me quedé embarazada de mi primer peque, me cayó encima una aluvión de nuevos términos y pruebas que yo desconocía. En poco tiempo tuve que familiarizarme con un mundo nuevo que se abría ante mí, y que en algunos momentos era un poco abrumador. Ahora ya todo me resulta muy familiar, así que he pensado en hacer un recopilatorio de las distintas pruebas y palabras más comunes que acaba escuchando una embarazada desde el primer momento, durante el primer trimestre, por si le puede ser de ayuda a alguna que estuviera en la misma situación que yo:

FPP: no es ningún ciclo de formación ni nada de eso. Estas siglas corresponden a las iniciales de Fecha Probable de Parto. Y te lo calculará la matrona en tu primera visita, tras preguntarte por la fecha de tu último periodo. Será una fecha orientativa y que es probable que en las siguientes visitas y ecografías tenga algunas modificaciones, según el tamaño que tenga el bebé, que indicará de forma más precisa su edad gestacional.



40: es el número de semanas que dura por regla general un embarazo, pero que puede haber un margen de 2 semanas arriba o 2 semanas abajo en la mayoría de casos, siempre que llegue a término y no haya un parto prematuro. Desde el momento en el que te quedas embarazada, dejas de contar el tiempo en días o meses, y empiezas a contarlo en semanas. Ya no sabrás si estás de 4 ó 5 meses, pero sí sabrás si estás de 19 ó 20 semanas. E incluso para las más detallistas, llevaréis la cuenta así 19+3 (indicando el número de semana de gestación, y los días, es decir, 19 semanas y 3 días). Aunque ya en mi segundo embarazo, estoy tan liada con el peque que no sé ni de cuántas semanas estoy y pierdo la cuenta cada dos por tres (por eso llevo la cuenta de las semanas apuntada en el móvil... mi cabeza ya no da para más).

Sangrado de implantación: es un pequeño manchado que se produce normalmente cuando debía empezar la menstruación (entre 6 y 10 días después de la fecundación), cuando el óvulo fecundado anida en el útero y se implanta. Algunas mujeres (yo me incluyo) suelen confundirlo con el inicio de la regla, pero en realidad es uno de los primeros síntomas de embarazo. A diferencia de la menstruación, este sangrado es menor, más ligero, dura entre 1-4 días, y es de color rosado o marrón. No todas las mujeres lo experimentan, y no porque lo hayan tenido en un embarazo, lo vuelven a tener en los demás o viceversa. 

Náuseas matutinas: que en realidad no tienen por qué ser solo por la mañana, sino que pueden estar presentes todo el día, acompañadas o no de vómitos. Suelen darse durante el primer trimestre, y a las 12-14 semanas empiezan a remitir (aunque algunas mujeres siguen teniéndolas durante todo el embarazo o vuelven a aparecer en otros momentos del embarazo). Démosles las gracias a las hormonas.

Disnea: no es algo que oigamos mucho, pero lo cierto es que es uno de los múltiples síntomas del embarazo. Este síntoma consiste en tener una respiración dificultosa. Es una alteración bastante común, sobre todo al inicio y durante las últimas semanas del embarazo. En mi caso me ha ocurrido en las primeras semanas de embarazo, parecía que me faltaba el aire con la más mínima actividad física que hacía.

Cartilla de la Embarazada: es la libretita que te dará la matrona (al menos es así en la Seguridad Social en Andalucía) en la que irán anotando todos los datos técnicos de tu embarazo, hábitos de la mujer, edad, peso, ecografías, etc. Siempre que vayas a la matrona o tengas cita con el ginecólogo u obstetra, deberás llevar tu cartilla, así como ante cualquier visita a urgencias o cuando vayas al hospital en el momento del parto.



Ácido fólico: es un medicamento que se recomienda tomar si estás buscando embarazo o si estás embarazada, para prevenir los defectos de nacimiento del tubo neural, que son defectos serios de la médula espinal (como espina bífida) y del cerebro (anencefalia). Por lo general, tu médico de cabecera te lo recetará desde el primer momento de tu embarazo.

Saco vitelino: o también llamado vesícula vitelina, es lo primero que se puede ver en una ecografía temprana, sobre la semana 6, y el visualizarlo es signo de buen pronóstico y prácticamente descarta un embarazo anembrionario. En mi caso, este segundo embarazo lo estoy llevando por la Seguridad Social y por el seguro privado, por lo que sí tuve la oportunidad de hacerme una ecografía a las 5-6 semanas con el seguro privado, donde efectivamente sólo se visualizaba el saco vitelino, y posteriormente otra en la semana 8, donde confirmaron latido fetal y ya se podía ver claramente al bebé.



Placenta previa: cuando la placenta está situada en la parte baja del útero, de manera que bloquea la de manera total o parcial el cérvix. A menudo, los casos con placenta previa acaban en cesárea ya que la posición de la placenta impide la salida del bebé y se pueden producir hemorragias. De momento en mis dos embarazos, he tenido suerte y no he tenido placenta previa, pero sí conozco amigas que la han tenido.

Visitas y pruebas en el primer trimestre (por la Seguridad Social en Andalucía):

Médico de cabecera: en cuanto supe que estaba embarazada, pedí cita con mi médico. Él fue quien me derivó a la matrona. También se encarga de entregarte los resultados de algunos análisis o derivarte a alto riesgo o al especialista correspondiente si observa algún resultado anómalo en las analíticas. En mi caso, me derivó al endocrino en mi primer embarazo, por padecer hipotiroidismo y salir los valores alterados en mi analítica.

Matrona: en mis dos embarazos fue justo al principio de la gestación cuando tuve la primera visita con la matrona. En el primer trimestre sólo tuve 1 cita con ella, estando de unas 6 semanas.. En esa primera visita, te hace diversas preguntas y empieza a rellenar la Cartilla de la Embarazada, te da cita para tu primera ecografía con el obstetra (que será la ecografía de las 12 semanas), te pide analítica del primer trimestre, te concierta la siguiente cita con ella en el segundo trimestre, te pesa, mide y toma tu tensión sanguínea. Eso es todo.

Analítica del primer trimestre: suele ser una o dos semanas antes (al menos aquí en Andalucía, en mi provincia) de la primera ecografía, y suelen pedirte un análisis de orina, una analítica general de millones de cosas, (tiroides, hierro, colesterol, azúcar, etc.), también aprovechan para analizar tu grupo sanguíneo, y recoger datos de hormonas presentes en la sangre de la gestante que luego combinaran con los datos de la primera ecografía para calcular las posibilidades de ciertas anomalías cromosómicas, como el Síndrome de Down. Vamos, que no te sorprendas cuando veas que te sacan tantos tubitos de sangre el día del análisis.

Ecografía de las 12 semanas: por lo general suele ser a las 12 semanas la primera ecografía que hacen en la Seguridad Social en Andalucía, salvo que por otros motivos consideren oportuno realizar alguna antes. En esta ecografía, se confirma el latido fetal, se determina el número de embriones, que el bebé se esté desarrollando correctamente, se toman las medidas del bebé para poder concretar la edad gestacional y así determinar (o corregir) la FPP. Asimismo, se mide el pliegue nucal o la translucencia nucal y observan si tiene tabique nasal (datos necesarios para detectar si puede tener Síndrome de Down). Los datos que se recogen de esta ecografía se combinan con los resultados del análisis sanguíneo para calcular las probabilidades de que el bebé pueda sufrir alguna anomalía cromosómica.




Triple Screening: o cribado combinado del primer trimestre; es precisamente lo que hemos comentado anteriormente, es una prueba no invasiva (a elección de la paciente) que determina las probabilidades de que el feto tenga alguna anomalía cromosómica, como las trisomías 21, 18 y 13. Esto se calcula ajustando el riesgo de estas patologías según la edad materna, marcadores ecográficos y los niveles bioquímicos en la sangre materna en el primer trimestre. Se considera una gestación de alto riesgo cuando el riesgo es superior a 1/250 para trisomía 21, 18 o 13. En estos casos, se ofrecerá un procedimiento invasivo como una biopsia corial o amniocentesis

Los resultados de mi segundo embarazo del Triple Screening por el seguro privado.


Trisomía 21: Síndrome de Down.

Trisomía 18: Síndrome de Edwards.

Trisomía 13: Síndrome de Patau.

Amniocentesis: es un estudio que se hace durante el embarazo en algunos casos, que permite recoger información sobre el desarrollo del bebé, tomando una muestra del líquido amniótico. Dado que es una prueba invasiva con cierto riesgo de aborto, es una prueba que sólo recomiendan hacer a mujeres cuyos resultados del Triple Screening salieron positivos o con unas probabilidades altas de que el bebé tenga alguna anomalía cromosómica.

Y eso es todo de momento. Si hay algo que se me haya olvidado incluir, por favor dejádmelo en los comentarios y lo añadiré en el post. ¡Próximamente haré un recopilatorio de los términos y pruebas que se oyen durante el segundo trimestre!

¿A vosotras os parecía chino todas las cosas que oíais al principio del embarazo? ¿Os resultó muy confuso aclararos con las distintas pruebas que teníais que hacer?

viernes, 4 de diciembre de 2015

La barriguita crece: 15 semanas


Lamento el parón de la semana pasada, pero entre los virus que se apoderaron del peque y de mí, y que estuve súper liada, no me daban los días para sentarme en el ordenador y dedicarle un ratillo al blog. Pero bueno, a veces la vida se complica y no hay suficientes horas al día para abarcarlo todo.

Para no hacer demasiado aburrido el blog, iré haciendo actualizaciones de "la barriguita crece" sobre la progresión de la tripita y los síntomas del embarazo cada 2 semanas, a no ser que haya algo que merezca un post especial, pero en ese caso no entraría en la categoría de "la barriguita crece".

15 semanas




En este embarazo, las semanas pasan volando y ni me doy cuenta. El otro día me lo comentaba mi marido, "¡no me puedo creer que ya estés a punto de entrar en la semana 16!", lo cual me pilló por sorpresa, porque en mi mente yo aún seguía en la semana 14 estancada, jajaja.

Desde que empecé el segundo trimestre, pocos síntomas de embarazo tengo, la verdad. De hecho, y si os soy sincera, se me olvida la mayor parte del tiempo que estoy embarazada, y sólo me acuerdo si me miro al espejo, al vestirme, o si hago alguna brutalidad jugando con el peque. 

Lo cierto es que me encuentro tan bien, que he recuperado el apetito y he vuelto a mi peso anterior al embarazo (había perdido 3kg en el primer trimestre). Aún así hay cosillas que aún me siguen dando asquete, como las hamburguesas, lácteos en general, comida con mucha grasa, las patatas fritas, etc. 
También vuelvo a tener mucha más energía y ganas de hacer cosas, sobre todo ordenar y limpiar. Ayer sin ir más lejos, me limpié bien a fondo toda la cocina, en un frenesí que ni yo misma reconocía en mí. Eso sí, después no había quien me levantara del sofá.

Y lo más destacado de esta semanita es que sentí la primera patadita (o codazo, a saber) del bebé, ¡desde fuera! Ya antes estaba sintiendo pequeños movimientos nada claros, y muy sutiles, como aleteos, desde hacía un par de semanas... Pero en esta semana he empezado a sentir unos movimientos muchos más claros y definidos, y lo más emocionante es que ya se aprecian desde fuera y mi marido puede sentirlos o verlos también. Es una de las cosas que más me gustan de estar embarazada, es cuando por fin empiezo a creerme que realmente hay vida dentro de mí, que mi bebé está vivito y coleando, y empiezo a realmente sentirme conectada con él/ella. En este embarazo lo he sentido tan pronto (en mi primer embarazo no sentí estas patadas hasta la semana 19-20, y desde la semana 12 hasta la eco doppler de la semana 20 estuve usando cada semana en casa un doppler fetal casero, Angel Sounds, para escuchar el corazoncito del bebé y sentirme más tranquila de que el bebé seguía bien), que justo cuando estaba por volver a sacar del trastero el Angel Sounds para quedarme tranquila, al final no me ha hecho falta porque sentir y ver esas pataditas, me bastan para saber que todo sigue bien. De todas formas, creo que lo acabaré sacando para poder grabar el sonido del corazón y poder tenerlo de recuerdo, como hice durante el embarazo de mi peque.



En cuanto a las hormonas y mi carácter, esta semana sí he ido notando que salto con más facilidad y estoy algo más gruñona... Pensaba que me iba a librar, y que en este embarazo las hormonas no afectarían a mi carácter, pero no estoy ya tan segura. Aun así intento pensar, cuando algo me está afectando, que realmente no es tan importante y es por culpa de las hormonas que me lo tomo tan a la tremenda; eso ayuda a tranquilizarme antes o no llegar a estallar...

En cuanto a comprillas para el futuro bebé, aún no he comprado nada de nada. Ropa tendré que comprar sí o sí, porque nacerá en mayo, y de bebé hasta los 9 meses sólo tengo ropa de invierno. Pero todavía no encuentro ropa de primavera verano en tiendas, porque estamos en pleno mes de diciembre, así que hasta después de las rebajas no creo que vaya a encontrar nada. En cuanto a artículos de puericultura, tengo lo más importante ya de mi primer hijo y sirve perfectamente para el segundo. De todas formas, tendré que comprar algunos chupes, biberones, algunos pañales de tela más, una segunda cámara para el intercomunicador... Algunas cosillas sí que debo comprar, pero esperaré a pasar estas Navidades por si cae algún regalo para el segundo bebé. 

¿Cuándo empezasteis a comprar cosillas para el bebé? ¿Comprasteis muchas cosas para vuestro segundo bebé o pudisteis reutilizar lo del primogénito? ¿Cuándo sentisteis la primera patadita del bebé?