martes, 20 de octubre de 2015

¡El peque cumple 2 añitos!


Parece mentira cómo pasa el tiempo cuando te conviertes en padre/madre. Es cierta la frase "the days are long but the years are short" (de Gretchen Rubin), cuya traducción en español sería "los días son largos, pero los años son cortos" (que ya Tigriteando adoptó como lema y quizás por eso te suene tanto); sobre todo al principio, en esos primeros meses de maternidad, en los que vives un poco en una neblina, el cansancio y la falta de sueño hace que todo se haga más cuesta arriba... Pero luego cuando te das cuenta esos días quedaron atrás, y el recién nacido que antes tenías en brazos, que tanto dependía de ti, que tanto tiempo tuyo absorbía, ya no es un recién nacido, ni siquiera un bebé; es un niño que corre, salta, trepa, baila y está lleno de energía, e incluso habla y tiene sus propios gustos y opiniones. Y es que aunque los días se nos hagan largos y no veamos la hora para que estén en la cama dormidos, cuando nos damos cuenta, otro año ha pasado, y cada vez se parecen menos al recién nacido que una vez dormía en nuestro pecho.

Me cuesta creer que ya pasaron 2 años desde que el peque viniera a nuestras vidas, a darle un vuelco y cambiarlas para mejor, para añadir caos, amor, simpleza, alegría, pura felicidad, cansancio, nuevos descubrimientos, y convertir cada momento en una aventura. Dos años ya. Por un lado parece que fue ayer cuando nació, y por otro me parece un recuerdo lejísimo. 

Este segundo año se me ha pasado más rápido que el primero. Tuvo su primera gastroenteritis, le terminaron de salir todos los dientes y sus primeras muelas, aprendió a nadar, dejó de usar pañal, y realmente se lanzó a hablar. Cada vez más podemos ir viendo cuál va siendo su personalidad... Siempre fue muy (demasiado) inquieto y activo, se frustra con facilidad, y muy exigente. Tiene un genio de aúpa, sí, siempre lo tuvo (ya nos advirtieron en neonatología). Pero ahora también se ve que le encanta hacer reír a los demás y le da por hacer el payaso para que nos riamos. Le encanta. También es tímido al principio con desconocidos, pero poco a poco va cogiendo confianza y ya después se suelta completamente. Suele ser más de mamá que de papá, pero sabe que papá es el que inventa los juegos bestias más chulos. Aunque los mimitos de mamá son mejores. Va sintiendo empatía por los demás, así que si ve a alguien enfadado o triste rápidamente le da besos, caricias o se pone a hacer el tonto y se ríe a carcajadas de manera forzada y exagerada para sacarte una sonrisa. Le encanta correr, saltar, bailar, y jugar con la pelota. Le siguen fascinando los animales como siempre. Y su película favorita es cualquiera de Gru Mi Villano Favorito (Despicable Me 1 y 2), porque es un fanático de los Minions.

Y por ese motivo decidimos hacer la fiesta del peque de los minions. Al principio estuve algo insegura, porque también le gustaba mucho la película Enredados (Tangled), pero poco a poco le ganó por goleada la de Gru, y los minions se convirtieron en sus personajes favoritos. Allá donde ve un minion lanza besos (aprovecho para hacer una confesión... y es que siempre odié los minions, pero por un hijo se hace lo que sea, y hasta he aprendido a cogerles cariño). Así que poco a poco fui buscando cosillas para la fiesta... Tenía claro que los colores principales de la fiesta tenían que ser por tanto amarillo y azul. Y también tenía un presupuesto algo limitado y no podía permitirme despilfarrar el dinero en mil cosas. Así que compré algunas cositas de los minions, pero el resto lo compré sin diseño, simplemente basándome en los colores amarillo y azul, y busqué varios imprimibles gratuitos. La comida la hice yo en su mayoría, optando por hacer un guiño a la segunda película de Gru Mi Villano Favorito poniendo algo de comida mejicana.



He aquí lo que compré de los minions:


He aquí lo demás que compré:

  • 1 Pack de globos amarillos (Party Fiesta)
  • 1 Pack de globos azules (Party Fiesta)
  • 1 Pack de globos de colores con el número 2 (Party Fiesta)
  • 3 packs de platos unos azules y otros amarillos (Party Fiesta)
  • 2 packs de vasos amarillos de cartón (Party Fiesta)
  • 2 Packs de cartulina blanca tamaño A4 (para imprimibles) (Carrefour)
  • Goma eva de colores (Carrefour) 
  • Velas con el número 2 (Carrefour)

Extras:

Algunos Happy Meals sueltos cuando daban de promoción los muñecos de los Minions por el estreno de la película. Así conseguí algunas figuras para la decoración de la mesa y aproveché los dibujos que venían en las cajas de cartón que recorté para decorar alrededor de la tarta o incluso para decorar sandwiches.
Ropa del cumpleañero: camiseta y pantalón de los minions de Carrefour.

Manualidades/DIY:

  • Gorrito para el cumpleañero con temática minion en goma eva
  • Presentación de los 12 meses de este segundo año en fotos con la forma de 2
  • 2 minions grandes en goma eva para decorar la pared
  • Gafas de minions pegados a los vasos que encontré para imprimir en internet
  • Toppers para los cupcakes que también encontré para imprimir en internet
  • Banderines de distintos tipos de los minions que descargué de internet
  • También hicimos un vídeo de estos 12 últimos meses, con pequeños clips, mes a mes, que dejamos puesto de fondo en el televisor.

Comida (he de decir que no éramos muchos, por lo que tampoco quería que sobrara demasiada comida):

  • Tarta de dos pisos de chocolate rellena de icing de chocolate, y recubierta de icing de vainilla, adornada con una oblea de los minions (hecha por mí).
  • Sandwiches variados (hechos por mí)
  • Cupcakes red velvet con icing de vainilla (hechos por mí)
  • Pizza mejicana (Lidl)
  • Salsas mejicanas para nachos (Mercadona)
  • 2 bolsas de nachos de dos tipos (Lidl)
  • Aceitunas (Mercadona)
  • 3 bolsas de patatas fritas variadas (Mercadona)
  • Bebidas (Lidl)

No fue una fiesta tan currada como la de su primer cumpleaños, he de reconocer. De hecho, pasé de trabajar con fondant como hice el año pasado, y opté por lo fácil y compré una oblea para decorar la tarta, porque aún tengo muy fresco el recuerdo de estar sufriendo la noche antes de la fiesta con el fondant, al borde del ataque cardíaco y de ansiedad. Pero al peque se le iluminaron los ojos y soltó un "oooooooohhhhhhhhh, ¡wow!" cuando entró en el salón después de su siesta, que me hizo sentirme satisfecha con todo. Y eso era lo que me bastaba. Porque la fiesta era para él, en celebración de sus dos añitos, y tenía que ser él el que la disfrutara a tope.












¡Pues así quedó la fiesta del peque! A nuestro cumpleañero le encantó y lo distrutó mucho, por fin entendiendo algo más de qué iba todo eso, soplando las velitas por sí mismo como un campeón y abriendo los regalos que nuestros amigos y familiares le habían traído (nosotros no le compramos ningún juguete, y como regalo de su cumpleaños decidimos llevarlo a un zoo -bueno, es una reserva- que tenemos no demasiado lejos donde pudo acariciar un cachorro de león y un tigre le mordió en la pierna... ¡toda una experiencia! jaja) y comiéndose un buen trozo de tarta de chocolate (y patatas, y nachos, magdalenas, y sandwiches... no me extrañó que después no quisiera cenar).

¿Qué os ha parecido? ¡Espero que os haya gustado! Ahora toca esperar a ver qué nueva obsesión (qué ya me la veo venir...) mejor describe este nuevo año del peque para organizar la siguiente fiesta de cumpleaños, jejeje.



miércoles, 14 de octubre de 2015

Nuestra Operación Adiós Pañal


Pues aunque aún me cueste creerlo... Nuestro peque ya no usa pañal (salvo por la noche para dormir).
Hemos dado por concluida la Operación Adiós Pañal (OAP) la primera semana de septiembre, justo cuando el peque cumplió los 23 meses. No ha sido un camino de rosas, de hecho, para mí ha sido mucho más duro de lo que imaginé... ¡Pero la paciencia y la constancia han dado su fruto! Así que ahora que hemos salido del largo túnel de la OAP victoriosos, os cuento cómo lo llevamos a cabo todo.

A raíz de una gastroenteritis que tuvo nuestro bichito por abril, cuando tenía 18 meses, la pediatra nos recomendó que lo dejáramos sin pañal el mayor tiempo posible, para que cicatrizaran las heridas y úlceras que se le habían formado en el culete. Fue ahí cuando el peque empezó a tomar conciencia de sus esfínteres, de lo que pasaba cuando hacía caca y pipí, de lo que salía, y de que no era muy agradable mancharse o mojarse entero. Estuvo el pobre con la gastroenteritis un mes, y la única forma de que no llorara por el escozor cuando hacía esa caca tan ácida era simplemente sentarlo en el wc, porque así apenas entraba en contacto con la piel y caía directamente en el inodoro. No lo hacíamos por forzarlo ni por adelantar el quitar el pañal. Era por cuestiones de salud y de su propio bienestar.

Yo ni siquiera me había planteado quitarle el pañal o que él fuera a pedir que se lo quitáramos este verano, porque ni siquiera tendría los 2 añitos, y creo que la edad es un factor importante para este aprendizaje. De hecho estaba mentalizada en que la OAP se produciría en el siguiente verano cuando estuviera cerca de los 3 años, o por la primavera si lo veía preparado.

Sin embargo, este peque nos sorprendió a todos cuando empezamos a observar que era capaz de controlar ya sus esfínteres, y aguantar el pis o la caca si no tenía el pañal puesto, pero tampoco quería ya que le pusiéramos el pañal más. Se dio cuenta de que estar sin pañal era más cómodo... Así que cada vez que había que ponerle el pañal era una lucha. Como empezó a llegar el verano, y habiéndolo hablado con profesoras de guardería y su pediatra, parecía que podría estar preparado, así que empezamos a irlo familiarizando poco a poco dejándolo sin pañal algunas horas al día en casa y sentándolo en el wc, si veíamos que hacía mucho que no hacía pipí. Y nuestra sorpresa fue que aguantaba perfectamente, porque no quería hacerse pis encima, y esperaba a que le pusiéramos el pañal para hacer pis o caca. Así estuvimos un par de meses, lo sentábamos cada hora aproximadamente en el orinal o el wc, pero él prefería al principio esperar a tener el pañal para hacer pipí. 

Estuvimos así hasta que llegó agosto, y ahí decidimos quitarle por completo el pañal durante el día. Obviamente cuando veía que no le poníamos el pañal y ya no aguantaba más, sí hacía pis en el wc o en el orinal cuando lo sentábamos. Lo sentábamos 10 minutos cada hora. Inicialmente para él 10 minutos era un aburrimiento, así que lo entreteníamos con algún juego, juguete, libro... Hasta que hacía pis o caca y lo celebrábamos por todo lo alto. Incluso nos inventamos una canción para bailar cuando él conseguía hacer pis en su sitio. Para las siestas seguíamos poniéndole pañal, eso sí. Y llegó septiembre y ya tenía el tema bastante controlado. Muy pocos accidentes, era capaz de controlar todo muy bien y avisaba cuando tenía ganas. En la primera semana de septiembre nos fuimos de vacaciones y pensé que todo se iría al garete... ¡Pero nada más lejos de la realidad! Más bien fue todo lo contrario. Lo aprendió todo muchísimo mejor, no tenía ya accidentes (o muy poquitos), avisaba cuando correspondía, y ni siquiera durante las siestas ya se hacía pis.


Así que con 23 meses recién cumplidos... ¡pudimos decirle adiós al pañal! Aún sigue usando pañal por la noche, eso sí, porque si no implicaría estar levantándonos cada 2-3 horas, y despertarlo para que vaya a hacer pis, y no lo veo preparado para que aguante toda una noche sin hacer ni un pis. De momento se levanta por la mañana con el pañal bien cargado. Así que eso lo dejaremos para cuando empiece el calor o veamos que sea él el que deje de hacerse pis por las noches. En las siestas le dejamos un Pull-Up por si las moscas, al igual que si hacemos un viaje en coche y no nos da tiempo a parar desde que nos avisa y podemos salir de la autovía. Ahora que tiene 2 años aún puede tener un accidente (pequeño -se le escapa un pelín de pis) de vez en cuando si está muy entretenido jugando y no quiere dejar de jugar por ir al baño y aguanta todo lo que puede y más. Asimismo, a veces en las siestas, si duerme muchas horas también acaba haciéndose pis. Por lo que seguirá con Pull-ups hasta que lleve una larga temporada sin ningún escape en la siesta.

Quizás no le hayamos quitado el pañal por la noche, y aún tenga algún accidente de vez en cuando, pero aun así estoy súper orgullosa del progreso del peque, que fue haciéndolo prácticamente él solito, poco a poco, sin prisas (no nos pusimos un objetivo de que aprendiera en 1 semana o 1 mes), creo que aprender a controlar los esfínteres es un largo proceso de aprendizaje e incluso los niños más grandes que lo tienen controlado desde hace más tiempo, tienen pequeños accidentes o retrocesos en algún momento determinado, por lo que habrá que seguir con paciencia acompañándolo al baño, recordándole si necesita ir al baño si no sale de él pedirlo, y no frustrarnos con los accidentes que estoy segura de que podrán acompañarnos de forma puntual y esporádica un tiempo.

Qué trucos nos han funcionado o ayudado en la OAP:

  • Le dejamos que fuera él quien eligiera el adaptador del WC.
  • También compramos un orinal para cuando salíamos fuera de casa, o para que él pudiera elegir dónde prefería hacer sus necesidades, en el wc o en el orinal.
  • Le compramos ropa interior molona con los minions o Mickey, y le decíamos que era la ropa de niño mayor y que ahí no podía hacer pis ni caca porque si no, pobre Mickey/minions que se iban a poner perdidos...
  • Usamos durante un breve periodo de tiempo algo como premio, para que asociara el ir al baño como algo positivo y no algo que lo privaba de un rato de juego: una galletita, una gotita de chocolate, un vídeo cortito de dibujos (algún corto de los minions, que dura 3 minutos aprox.)... íbamos alternando porque si no, el premio dejaba de ser algo especial y lo aburría.
  • Le explicábamos y recordábamos a lo largo del día que no se hacía pis encima, porque nos ensuciábamos, y que sólo se podía hacer pis en el wc u orinal. 
  • Nos inventamos una canción para motivarlo a ir al wc y otra para celebrar y bailar cuando había hecho sus necesidades en su sitio.
  • Descubrimos que para hacer caca prefiere estar solo, así que cuando es así, lo sentamos en el wc, y aunque dejamos la puerta del baño abierta, lo esperamos afuera hasta que nos avisa de que ha terminado, jeje.
  • Jugábamos con sus peluches y decíamos que tenían ganas de hacer pis, y los sentábamos en el orinal (ahora hay que tener cuidado porque el peque repite todo lo que ve, y a veces los lleva a hacer pis al wc, y si escucho que dice "bye pee", significa que va a tirar de la cisterna, con lo cual tengo que ir corriendo porque a veces se le cae el muñeco en ese momento dentro de la taza del retrete... ya ha perdido piezas del tren a quien ha llevado también a hacer pis y se le han caído dentro...).
  • Para salidas o viajes hemos usado los Pull-Ups de Cars, le encantan y sabe que ahí no debe hacerse pis tampoco. Pero a nosotros nos da cierta tranquilidad porque si estamos en plena autovía y le dan ganas de hacer pis, sabemos que si se le escapan unas gotitas no se va a manchar la ropa ni la silla del coche.
  • Nos hemos acostumbrado a llevar mudas, muchos calzoncillos de repuesto y pantalones. También esas toallas pequeñas para el videt, nos han venido de perlas para ponerlas en la silla de paseo o en la silla del coche al principio de la operación pañal por si había fugas.

¿Y vuestros peques: con qué edad dejaron el pañal? ¿Cómo fue vuestra experiencia?