jueves, 14 de mayo de 2015

Peque va a natación


Yo soy de esas madres que prefiere no mandar a la guardería a los niños, si lo puedo evitar... Por muchos motivos, en los que ahora no me centraré. Pero después de documentarme, poner también en la balanza las experiencias personales de mi marido y mías, y nuestras formas de entender la crianza, preferimos que el peque no fuera a la guardería, suponiendo eso que yo dejara mi trabajo, nos ajustáramos aún más el cinturón, y me quedara yo con él en casa.

Pero claro, un tema que me tenía a mí un poco inquieta, era el tema de la socialización. Por un lado creo que está sobrevalorado ese punto, y pienso que hay mil formas de socializar sin tener que pasar por el aro y meterlo en la guardería, como parece que la sociedad te presiona para que lo hagas. Pero por otro, tenía la sensación de que debería exponerlo a algunas situaciones donde pudiera socializar con otras personas que no fuéramos familia directa. Amigos con niños no tenemos (si alguno de nuestros amigos está leyendo este post, ¡dejaos de tanta tontería y traed churumbeles al mundo y así mi peque tiene amiguitos! ...... Nada, me siento como si hablara con la pared). Lo llevábamos (y seguimos llevando) al parque de al lado de casa, una zona con juegos, relativamente segura y preparada para que niños de todas las edades jueguen; pero vivimos en un pueblucho donde los niños si juegan fuera de sus casas, juegan en medio de la calle (sí, sí, calle, y no la acera; en las aceras están las madres haciendo corrillo cotilleando y sin prestar nada de atención a sus hijos...) por donde pasan los coches (la idea no me mola nada), y en el parque no hay ni un alma. Y si la hay, son adolescentes jugando al fútbol o baloncesto, y lo que va a conseguir mi hijo un día de estos es un pelotazo.

Así que, aunque seguiría llevando a mi hijo al parque, y si teníamos la suerte de que jugara con otro mini ser humano, la aprovecharíamos, también empecé a darle vueltas al coco para ver qué podríamos hacer para que se relacionara con otras personas ajenas a la familia, que viera a otros niños y si era posible, que aprendiera algo. ¡Y se me encendió la bombillita! ¡Natación! 

A nuestro peque siempre le ha encantado fascinado el agua, es pura obsesión. Es un pececillo que entra en berrinche infinito si lo sacas del agua después del baño. Dada su fijación por el agua, y más desde que empezó a caminar y se nos escapaba en la playa hacia el agua, y a mí me daban múltiples infartos, pensamos que debería aprender a nadar y defenderse en el agua cuanto antes. Por su seguridad, por nuestra tranquilidad (aunque siempre estaríamos con él y súper pendientes), y para ahorrar en años de flotadores, manguitos y chuminadas varias que entorpecen realmente el aprendizaje a la hora de nadar. Nosotros podríamos intentar enseñarle, pero no tenemos ninguna formación al respecto y en caso de accidente, no creo que supiéramos reaccionar de forma adecuada. Por lo cual, pensamos que el nadar mejor dejárselo a alguien acreditado, con formación y experiencia. Desde que se me ocurrió la idea de apuntarlo a natación, estuve buscando lugares por nuestros alrededores donde ofrecieran clases, pero en la mayoría sólo impartían las clases a partir de los 3 años (mi peque ahora tiene 19 meses). En otros casos en los que daban matronatación o clases para bebés y niños más pequeños, debía ser alumno del centro de educación infantil para poder inscribirlo a las clases de natación. Un chasco tremendo, vaya. Pero ahora que estábamos en primavera y veía el verano acercarse, volví a buscar, con pocas esperanzas... y encontré un lugar donde podría apuntarlo, relativamente cerca de donde vivimos (con "cerca" quiero decir a menos de 30 minutos en coche; que viviendo en este pueblucho, hay que coger coche para ir a cualquier sitio, porque aquí no hay nada...), a un precio no demasiado elevado, en unos horarios compatibles con los nuestros y del niño, y no tenía por qué ser alumno del centro. Además me daban a elegir o clases de matronatación (un monitor para un grupo de bebés/niños con sus padres) o clases individuales (un monitor por alumno), y podía también elegir una o dos veces por semana. Fui viendo las instalaciones y acabé convencidísima.

Era una piscina cubierta, climatizada, con la temperatura del agua siempre a 30º, sin cloro, y depurada con sal, lo cual respeta más la piel de los pequeños, y no irrita las vías respiratorias ni ojos de los niños. No lo dudé, hablé con la directora y reservamos la plaza. Quería haberlo inscrito cuanto antes, en abril. Pero por desgracia justo en ese momento empezó con una gastroenteritis que le ha durado 3 semanas. Lo matriculé para empezar en mayo, y aun así, se perdió una semana de clase, porque todavía seguía malito.

Por fin esta semana empezó (el lunes 11 de mayo). En cuanto llegó allí quería irse directo al agua. Lo que no le gustó tanto fue que tenía que irse con la monitora. Así que se pasó la primera clase llorando desconsolado y asustado, agarrado a mí como un monito, y ni metiéndome yo en el agua con él conseguimos que se tranquilizara. ¡Mal empezamos! Ya el segundo día (lo matriculamos dos veces por semana, pero al haber perdido dos clases la semana anterior por enfermedad, esta semana ha recuperado una de ellas, y ha ido 3 veces) iba yo con un nudo en el estómago y angustiada, viéndome venir otra clase de llanto, histeria y miedo. Pero le dije esta vez a la monitora que yo me iba a esconder, me despediría del peque, y se lo dejaría en brazos de la monitora y yo me iría fuera donde no me viera. Pues resultó ser la solución. Lloró 2-3 minutos, cuando vio que lo dejaba en brazos de una desconocida. Pero después se dio cuenta de que tampoco estaba tan mal la cosa, estaba en una piscina grandota y había otro niño allí nadando con un monitor, había juguetes... Vamos que pronto se olvidó de mí y se puso a lo suyo. ¡Qué alivio! Y hoy tuvimos el tercer día, y fue aún mejor que el segundo. Aún lloró un poquito cuando lo dejé con la monitora, pero el llanto le duró menos de 1 minuto, y en cuanto estaba en el agua, empezó a exigir una pelota. ¡Tanta mamitis, y qué rápido se olvida de su mami cuando le interesa!

Lo cierto es que nos ha sorprendido a todos, incluidos los monitores. Dicen que pocos niños de su edad responden así de bien y se adaptan tan rápido. En su tercera clase ya se ha sumergido manteniendo la respiración, y ha flotado sujetándose de "churros" (al menos así los llamamos aquí) sin la ayuda de la monitora. Estamos muy contentos con cómo le está yendo y con cómo lo está disfrutando. Porque sale radiante de felicidad de las clases, super contento, enseñándonos los juguetes con lo que ha jugado. También lo voy notando después de estas clases más abierto a los desconocidos y menos tímido,  lo cual ha sido un gran cambio positivo que no me esperaba ver... al menos tan pronto. Y no sé si tendrá que ver o no, pero desde que empezó con la gastroenteritis se ha pasado 3 semanas durmiendo poco y mal, pero fue empezar con la natación el segundo día (que fue realmente el día en el que empezó con la monitora a hacer los ejercicios, porque el primero fue imposible), y ha estado durmiendo como un lirón. ¡Anoche durmió 12 horitas del tiron y las siestas de más de 2 horas!

Ahora ya le digo, ¡nos vamos a la piscina! Y coge sus zapatillas de piscina, su pelota acuática y se pone en la puerta de casa esperándome.

Veremos a ver cómo sigue la semana que viene...

Mamá escondida y sacando la cámara cual paparazzi, para que no me vea el peque

¿Vosotr@s habéis apuntado a vuestros peques a alguna actividad extraescolar? ¿Cómo lleváis el tema de la socialización?

3 comentarios:

  1. Cuánto me alegro!! Yo no era partidaria de la guarde, pero me ha pasado al revés que a ti, cada vez le veo más ventajas y en septiembre empieza (ay lo que voy a llorar). De momento vamos a matro, una vez a la semana. Le encanta y se lo pasa bomba. Para mí era importante meterme en el agua con él, quería que fuera algo que hiciéramos juntos y disfrutar con él y de él. Van otros 4 ó 5 niños con sus padres/madres y estoy muy contenta. Él es un niño muy sociable que "habla2 (tiene 11 meses) con todo el mundo, pero yo tampoco tengo amigos con hijos (me sumo a tu llamamiento) y quiero que aprenda a jugar más allá de nosotros. El problema es que es tan curioso que es imposible que se esté quieto y haga lo que dice el profesor, que menos mal que es un amor y se parte de risa con las "ocurrencias" del enano. Bueno, conclusión, que vaya rollo te estoy soltando, que le apunté para jugar y socializar y en septiembre empezamos la guarde porque odio mucho mucho los parques, no estoy preparada para esa situación! jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, seguro que la entrada a la guarde va genial! :) ¿Qué tiempo tendrá cuando entre?
      Yo acabé descartando la matronatación, grupal, por la personalidad inquieta de mi hijo, y sé que yo no sabría contenerlo bien en el agua y poder enseñarlo, aunque intentara seguir las indicaciones de la monitora. Por eso optamos por las clases individuales con la monitora. Eso sí, el año pasado y ahora cuando abran la piscina de mis padres, disfrutaremos todos juntos en el agua, nos damos duchas juntos... Buscamos momentos que sean únicos entre él y yo o entre su padre y él, o propio de nuestra pequeña familia de tres... las fiestas de baile que nos marcamos todas las tardes cuando llega el papi de trabajar, eso es algo que no quiero olvidar nunca. Ay que me emociono yo sola...
      Mi peque era muy sociable hasta los 15 meses, y desde entonces se fue haciendo más tímido y empezó a esconderse de los extraños (con la familia -abuelos y tío- tiene una confianza tremenda...), estas clases no sé si serán las responsables del cambio que voy notando, pero por fin otra vez empieza a hablar con desconocidos y no se esconde.
      Y cómo es eso que odias los parques??? jaja a mí me relaja estar al aire libre, en la naturaleza...

      Eliminar
  2. no me he sentido para nada aludida con el mensaje al principio jejejeje. me hace gracia porque hará un mes o así fuimos a casa de un amigo de Guillaume que tiene niños y directamente nos preguntó si no teníamos, al decirle que no, nos preguntó que cuándo tendríamos niños porque él quiere amiguitos para jugar XD Me hizo mucha gracia!

    ResponderEliminar