martes, 22 de diciembre de 2015

Y el sexo del bebé es...



Teníamos pensado hacer una Gender Reveal Party este próximo sábado para revelar el sexo del bebé a toda nuestra familia (como también hicimos cuando estaba embarazada del peque), pero dado que ahora estoy guardando reposo absoluto, eso ha hecho que nos lo replanteásemos, y decidiéramos cancelar la fiesta y directamente contarles a todos simultáneamente si tendrían un sobrino/a, o un nieto/a, no sin antes conocer cuáles eran sus apuestas.

Todos los de mi familia pensaban que era niño, mientras que todos lo de la familia de mi marido decían que sería niña. Yo siempre tuve un presentimiento desde la semana 8 de este embarazo sobre el sexo del bebé, pero sabía que podía estar equivocada, porque simplemente era intuición, y ya está. 

Entre los amigos tampoco estaban las cosas claras, unos me decían que sería niño, y otros me decían que sería niña. Entre las razones en las que se apoyaban para justificar su voto estaba la forma de la barriga, mis síntomas, mi cara o simplemente su intuición. 

Este embarazo desde el principio ha sido muy distinto a mi primero, empecé con las náuseas y ascos, desde antes de tener el positivo en el test de embarazo, con sólo 3 semanas de gestación, y han durado hasta la semana 12-13. ¡Pero han vuelto de nuevo en la semana 17 y 18! No tengo ningún antojo en particular, a diferencia de mi primer embarazo, pero sí muchísimos ascos. Pocas comidas tolero bien ahora. No he tenido el sueño que hacía que me durmiera por las esquinas de mi primer embarazo que hacía que 12 horas de sueño por la noche resultaran insuficientes; en este embarazo, sin embargo, me ha dado por el insomnio. Lo cual me deja aún más agotada, porque durante el día poco puedo descansar persiguiendo a un pequeño bichito de 2 años. La forma de la barriga también ha sido distinta desde el primer momento: en mi primer embarazo era puntiaguda, mientras que en este ha sido redondeada y así sigue siéndolo.

Obviamente en la ecografía de la semana 8 no se podía adivinar todavía nada, pero en la ecografía de la semana 12 del seguro privado, la ginecóloga se atrevió a decir el sexo y me juró que ella rara vez se equivocaba. Aún así no me quise hacer ninguna ilusión, porque creo que la semana 12 es aún muy temprano y puede haber un mayor margen de error.

No teníamos realmente preferencia alguna por un sexo u otro. Por un lado, tener otro niño era quizás lo más práctico y económico, porque todo, absolutamente todo, lo podríamos reutilizar, y poco tendríamos que comprar, salvo algo de ropa para el primer año (ya que van a ser peques de estaciones opuestas), y además quizás congeniarían más al ser del mismo sexo. Por otro lado, tener una niña nos permitiría vivir la maternidad/paternidad desde otra perspectiva y poder disfrutar de lo que se siente siendo padres de una niña. Fuera cual fuera el sexo, estábamos (y estamos) muy ilusionados con la llegada de este nuevo bebé.

En la semana 17 y 18 como tuvimos que visitar urgencias un par de veces, y también tuve cita con mi ginecóloga del seguro privado, en las ecografías que nos hicieron ya sí se veía claramente el sexo, sin lugar a dudas y nos lo pudieron confirmar sin tener ningún margen de error, demostrando que la ginecóloga de la ecografía de la semana 12 estaba en lo cierto.

Ecografía de la semana 12


Por desgracia, en urgencias no nos dan fotografía de las ecografías realizadas, y en mi cita con la ginecóloga del seguro privado estaba ella con tantas prisas y citas ese día, que se le olvidó imprimirnos una foto (además con todo el lío que ya llevábamos en la cabeza con el susto de las contracciones y el reposo absoluto, se nos olvidó preguntarle si nos daba una fotito). Pero en la ecografía de la semana 12 sí que nos dieron por el seguro privado muchísimas fotos, y una de ellas mostraba ya algo del sexo, aunque si no eres un experto, puede dar lugar a error... Pero estas fueron las fotos que usamos para dar a conocer el sexo del bebé a nuestra familia y amigos:

Primero les mandamos ésta, en la que les indicamos que los genitales de nuestro bebé son los de arriba a la izquierda, mientras que lo de la derecha es una explicación que encontré en internet (pero que coincidía con la explicación que nos dio la ginecóloga en su momento) de cómo se debe interpretar la imagen de los genitales en una eco de la semana 12.



A pesar de la explicación, cada familiar seguía en sus trece, sin cambiar sus apuestas, y fue necesario recurrir a algo ya más obvio y mandarles esto...


Y sí, mi intuición no me falló, y era lo que yo sospechaba desde el principio...


¡¡Es una NIÑA!!


¿Vosotras también intuisteis si sería niño o niña vuestro bebé? ¿Acertasteis? ¿En qué os basasteis para creer que era de un sexo u otro?

domingo, 20 de diciembre de 2015

La barriguita crece: 18 semanas (y con un buen susto)


Lamento, una vez más, el parón, pero como ya os dije la última vez por las redes sociales, la vida a veces se complica... Hace como una semana os decía lo mismo, pero realmente a veces se complica tanto la vida y nos causa tanto agotamiento físico, mental, o estrés, que acaba repercutiéndonos en nuestra salud y en nuestro cuerpo... y eso es lo que ha pasado en estos últimos días. Ya os dije hace una semana que la vida se había tornado algo complicada; si os digo la verdad, lo que ocurrió fue que un familiar mío tuvo un problema muy serio de salud y estuvo ingresado más de una semana. Eso acabó pasándome factura, por el estrés de la situación y el hecho de tener que estar sola con el peque días enteros sin ayuda de nadie, y finalmente he tenido que visitar yo urgencias varias veces esta semana pasada. Ya los médicos de allí son casi familia mía... a este paso.

Primero empecé a sentirme mal, náuseas de nuevo y muchas molestias de regla, algo de presión en la pelvis y a veces la sensación como que el bebé se me fuera a salir solo... no sé si me explico. Tras ir a urgencias, comprobaron que todo estaba correctamente, pero que al ser el segundo embarazo, es normal sentir más los síntomas que en el primer embarazo, e incluso sentir antes síntomas que se suelen sentir más avanzado el embarazo. Volvimos a casa aliviados y decidimos olvidarnos del tema.

Al día siguiente por la tarde, empecé a sentir contracciones. Al principio no quise alarmarme porque pensé que sería normal empezar de 17 semanas a sentir alguna contracción de Braxton Hicks esporádica. Pero éstas se tornaron muy rítmicas, cada 3 minutos, y no paraban. Tras más de 3 horas así, llamamos a mis padres, vinieron a quedarse con el peque (ya eran las 9 de la noche) y nosotros salimos para urgencias.

Tras mandarme a monitores donde salieron efectivamente algunas contracciones pero de poca intensidad, la ginecóloga de urgencias me atendió y chequeó minuciosamente. Por suerte, todo estaba bien, el bebé, la placenta, el útero, el cuello de útero largo y sin borrar nada. Pero dado que era muy pronto para tener contracciones tan seguidas que podían desencadenar un parto prematuro y que no me podían mandar ningún fármaco (como Adalat o Prepar) que pudiera frenar esas contracciones porque estaba de muy poco tiempo, me mandaron reposo absoluto, estando tranquila y relajada, y tomar progesterona, bajo el diagnóstico de útero irritable, provocado por cansancio extremo o estrés.

Afortunadamente, al día siguiente tenía cita con mi ginecóloga, a quien le comenté todo lo acontecido en las últimas 48 horas, y me volvió a mirar de nuevo. Todo seguía perfecto, sin dilatar ni borrar cuello de útero, pero me insistió en hacer reposo absoluto: "de la cama al sofá y del sofá a la cama", palabras textuales. Genial. ¡Menudas Navidades me esperan! (Como ya os dije en Instagram, hacer reposo absoluto teniendo ya un pequeño terremoto de dos años que te necesita, está siendo muy duro y complicado, y hay muchos momentos de bajón...)

Hoy me voy sintiendo algo mejor, aunque las contracciones aún no me han abandonado del todo, pero al menos no son tan seguidas. De momento hoy sólo me han dado 4 en todo el día, separadas por 1 hora y media o dos horas. Lo cual no es nada alarmante, y según me dijeron, sólo debo volver a urgencias si superan las 6 contracciones a la hora. Esperemos que todo vaya a mejor y no tengamos más sustos.



Así terminé los dos últimos días de mi semana 17 y he empezado la semana 18. De momento vuelvo a sentirme embarazada, no como hace dos semanas, que no sentía ningún malestar y se me olvidaba que estaba embarazada. Ahora, por el contrario, es imposible olvidarme de que estoy embarazada. Sigo sintiendo en algunos momentos molestias similares a la regla, moderadas por suerte; las náuseas y ascos volvieron en la semana 17 y siguen conmigo, lo cual ha hecho que pierda 2kg... (A este paso, ¡no sé cuándo voy a poner peso en este embarazo!)

Por otro lado, si ya os contaba hace unas semanas que sentía al bebé moverse desde bien temprano, ahora ya es algo exagerado. No sé si influirá que estoy de reposo, y por eso lo noto más, pero esta noche me despertó a las 5 de la mañana con unos bailes, que no me dejó dormir hasta las 7:30. También noto al bebé más grande. De hecho, en las ecos que me han hecho en urgencias y por la consulta de mi ginecóloga privada, el bebé está perfectamente de tamaño y peso para lo que corresponde a su edad gestacional (a diferencia de su hermano, que siempre que iba a las ecografías parecía que era una semana más pequeño a la edad gestacional que le correspondía, y no paraban de cambiarme la FPP). Eso hace que me sienta yo también más torpe y molesta con la barriga, que ya va impidiéndome doblarme como acostumbraba, ponerme cómodamente los calcetines, y abrocharme mis pantalones de siempre. Aunque no lo creais, he perdido algo de barriga en comparación con la que tenía recién cumplida la semana 17, pero seguramente se debe a la pérdida de peso que he tenido en esta semana, por las náuseas y ascos. (Obviamente si la comparáis con la barriga de la semana 15, que es la que compartí por aquí, sí observaréis que ha crecido y no podréis ver que haya podido perder algo de barriga)

Además de todos los síntomas que os he comentado ya, algo nuevo de este trimestre y sobre todo de esta última semana, ha sido el dolor de los ligamentos redondos, y las contracciones de Braxton Hicks, que por desgracia me vienen acompañadas de taquicardias, y las detesto. Aunque las contracciones en sí no son nada dolorosas, simplemente noto que la barriga se pone dura, las taquicardias me dan una sensación de falta de aire, que se asemeja a cuando se tiene una crisis de ansiedad, y es muy desagradable.

Pero bueno, no todo van a ser quejas... y es que después de las visitas a urgencias y de la cita con mi ginecóloga, ¡ya nos pudieron confirmar el sexo del bebé! (sólo lo saben amigos y familia, así que si alguno de vosotros lo sabe, haceros los locos y no lo reveléis en los comentarios aún)



En el próximo post, os lo revelaré...

¿Qué decís que será? ¿Niño o niña? ¡Venga que empiecen las apuestas!

lunes, 14 de diciembre de 2015

Triple Screening: ¡prueba superada!


Ya el otro día os expliqué brevemente en qué consistía el triple screening. Como os comenté, es una prueba que se les realiza (si la gestante así lo consiente) en el primer trimestre del embarazo, combinando los datos recogidos en sangre y por ecografía, entre otros factores, para calcular el riesgo de que el bebé padezca alguna anomalía cromosómica (sólo se contemplan la trisomía 21, 13 y 18; existen, por supuesto, muchas otras anomalías cromosómicas que quizás no son tan conocidas que esta prueba no abarca). Los datos no son 100% fiables, sólo calcula la probabilidad de que el feto pueda tener alguna de las tres anomalías mencionadas anteriormente, pero el que dé positivo o un riesgo alto, tampoco significa que el bebé vaya a nacer con alguna anomalía; en esos casos se recomienda que se haga una amniocentesis para determinar si realmente tiene o no la anomalía de manera más certera.

En mi primer embarazo, que sólo lo llevé por la Seguridad Social, me salió un riesgo muy bajo (ya no recuerdo las cifras), no tuve que someterme a la amniocentesis, y no tuve que darle muchas vueltas al coco. De hecho, en una semana tras la ecografía, recibí los resultados por correo postal a mi domicilio, así que la espera fue bastante corta y no tuve ni tiempo a preocuparme por nada.

En mi segundo embarazo, he tardado en hablar de los resultados del triple screening... ¡porque no los recibía después de más de un mes de haberme hecho la ecografía y los análisis por la Seguridad Social! Sí es cierto que ahora llevándolo por lo privado a la vez, no llegué a angustiarme demasiado por la demora de los resultados de la Seguridad Social, porque por lo privado me los dieron a las dos semanas, y salió riesgo bajo




Pero aún así, el hecho de que viera pasar los días y las semanas y no recibir ni una noticia del triple screening de la Seguridad Social, hacía que me preocupara y me diera cierta angustia pensar que en esos resultados algo había salido mal... Tras dejar pasar 4 semanas, fui al centro de salud donde me realizaron la ecografía (en otra localidad) a hablar con la ginecóloga, para ver si podían darme ellos los resultados, ya que parecía ser que Correos se había olvidado de mi carta. Al cabo de media hora, vino una enfermera y me entregó en mano los resultados. Cuando vi que también salía riesgo bajo, pude por fin respirar tranquila, y sentir que podía pasar página y por fin hablar de ello en el blog...



De hecho, quise gritarlo a los cuatro vientos, pero vino el puente de la Inmaculada, y problemas médicos de un familiar mío, y al final hasta ayer mismo no me pude sentar e ir poniéndome al día con el blog. Es curioso cómo cambian los resultados del riesgo de la prueba en la Seguridad Social y de la prueba realizada en el privado, pero por suerte, en ambos casos sale riesgo bajo, y eso es lo que importa.

¿Cuál fue vuestra experiencia con la prueba del Triple Screening? ¿A alguna os salió riesgo alto o positivo? ¿Alguna de vosotras os tuvisteis que someter a la amniocentesis? ¡Me gustaría oír vuestras experiencias e historias!


domingo, 13 de diciembre de 2015

Palabrejas que oiremos en el primer trimestre de embarazo


Antes de quedarme embarazada por primera vez, no tenía mucha idea de las pruebas que tenían que pasar las embarazadas ni estaba familiarizada con vocabulario muy técnico, sabía que las embarazadas se hacían las típicas ecografías, y ya está. Era un poco inculta en ese tema, he de reconocer. Pero en cuanto me quedé embarazada de mi primer peque, me cayó encima una aluvión de nuevos términos y pruebas que yo desconocía. En poco tiempo tuve que familiarizarme con un mundo nuevo que se abría ante mí, y que en algunos momentos era un poco abrumador. Ahora ya todo me resulta muy familiar, así que he pensado en hacer un recopilatorio de las distintas pruebas y palabras más comunes que acaba escuchando una embarazada desde el primer momento, durante el primer trimestre, por si le puede ser de ayuda a alguna que estuviera en la misma situación que yo:

FPP: no es ningún ciclo de formación ni nada de eso. Estas siglas corresponden a las iniciales de Fecha Probable de Parto. Y te lo calculará la matrona en tu primera visita, tras preguntarte por la fecha de tu último periodo. Será una fecha orientativa y que es probable que en las siguientes visitas y ecografías tenga algunas modificaciones, según el tamaño que tenga el bebé, que indicará de forma más precisa su edad gestacional.



40: es el número de semanas que dura por regla general un embarazo, pero que puede haber un margen de 2 semanas arriba o 2 semanas abajo en la mayoría de casos, siempre que llegue a término y no haya un parto prematuro. Desde el momento en el que te quedas embarazada, dejas de contar el tiempo en días o meses, y empiezas a contarlo en semanas. Ya no sabrás si estás de 4 ó 5 meses, pero sí sabrás si estás de 19 ó 20 semanas. E incluso para las más detallistas, llevaréis la cuenta así 19+3 (indicando el número de semana de gestación, y los días, es decir, 19 semanas y 3 días). Aunque ya en mi segundo embarazo, estoy tan liada con el peque que no sé ni de cuántas semanas estoy y pierdo la cuenta cada dos por tres (por eso llevo la cuenta de las semanas apuntada en el móvil... mi cabeza ya no da para más).

Sangrado de implantación: es un pequeño manchado que se produce normalmente cuando debía empezar la menstruación (entre 6 y 10 días después de la fecundación), cuando el óvulo fecundado anida en el útero y se implanta. Algunas mujeres (yo me incluyo) suelen confundirlo con el inicio de la regla, pero en realidad es uno de los primeros síntomas de embarazo. A diferencia de la menstruación, este sangrado es menor, más ligero, dura entre 1-4 días, y es de color rosado o marrón. No todas las mujeres lo experimentan, y no porque lo hayan tenido en un embarazo, lo vuelven a tener en los demás o viceversa. 

Náuseas matutinas: que en realidad no tienen por qué ser solo por la mañana, sino que pueden estar presentes todo el día, acompañadas o no de vómitos. Suelen darse durante el primer trimestre, y a las 12-14 semanas empiezan a remitir (aunque algunas mujeres siguen teniéndolas durante todo el embarazo o vuelven a aparecer en otros momentos del embarazo). Démosles las gracias a las hormonas.

Disnea: no es algo que oigamos mucho, pero lo cierto es que es uno de los múltiples síntomas del embarazo. Este síntoma consiste en tener una respiración dificultosa. Es una alteración bastante común, sobre todo al inicio y durante las últimas semanas del embarazo. En mi caso me ha ocurrido en las primeras semanas de embarazo, parecía que me faltaba el aire con la más mínima actividad física que hacía.

Cartilla de la Embarazada: es la libretita que te dará la matrona (al menos es así en la Seguridad Social en Andalucía) en la que irán anotando todos los datos técnicos de tu embarazo, hábitos de la mujer, edad, peso, ecografías, etc. Siempre que vayas a la matrona o tengas cita con el ginecólogo u obstetra, deberás llevar tu cartilla, así como ante cualquier visita a urgencias o cuando vayas al hospital en el momento del parto.



Ácido fólico: es un medicamento que se recomienda tomar si estás buscando embarazo o si estás embarazada, para prevenir los defectos de nacimiento del tubo neural, que son defectos serios de la médula espinal (como espina bífida) y del cerebro (anencefalia). Por lo general, tu médico de cabecera te lo recetará desde el primer momento de tu embarazo.

Saco vitelino: o también llamado vesícula vitelina, es lo primero que se puede ver en una ecografía temprana, sobre la semana 6, y el visualizarlo es signo de buen pronóstico y prácticamente descarta un embarazo anembrionario. En mi caso, este segundo embarazo lo estoy llevando por la Seguridad Social y por el seguro privado, por lo que sí tuve la oportunidad de hacerme una ecografía a las 5-6 semanas con el seguro privado, donde efectivamente sólo se visualizaba el saco vitelino, y posteriormente otra en la semana 8, donde confirmaron latido fetal y ya se podía ver claramente al bebé.



Placenta previa: cuando la placenta está situada en la parte baja del útero, de manera que bloquea la de manera total o parcial el cérvix. A menudo, los casos con placenta previa acaban en cesárea ya que la posición de la placenta impide la salida del bebé y se pueden producir hemorragias. De momento en mis dos embarazos, he tenido suerte y no he tenido placenta previa, pero sí conozco amigas que la han tenido.

Visitas y pruebas en el primer trimestre (por la Seguridad Social en Andalucía):

Médico de cabecera: en cuanto supe que estaba embarazada, pedí cita con mi médico. Él fue quien me derivó a la matrona. También se encarga de entregarte los resultados de algunos análisis o derivarte a alto riesgo o al especialista correspondiente si observa algún resultado anómalo en las analíticas. En mi caso, me derivó al endocrino en mi primer embarazo, por padecer hipotiroidismo y salir los valores alterados en mi analítica.

Matrona: en mis dos embarazos fue justo al principio de la gestación cuando tuve la primera visita con la matrona. En el primer trimestre sólo tuve 1 cita con ella, estando de unas 6 semanas.. En esa primera visita, te hace diversas preguntas y empieza a rellenar la Cartilla de la Embarazada, te da cita para tu primera ecografía con el obstetra (que será la ecografía de las 12 semanas), te pide analítica del primer trimestre, te concierta la siguiente cita con ella en el segundo trimestre, te pesa, mide y toma tu tensión sanguínea. Eso es todo.

Analítica del primer trimestre: suele ser una o dos semanas antes (al menos aquí en Andalucía, en mi provincia) de la primera ecografía, y suelen pedirte un análisis de orina, una analítica general de millones de cosas, (tiroides, hierro, colesterol, azúcar, etc.), también aprovechan para analizar tu grupo sanguíneo, y recoger datos de hormonas presentes en la sangre de la gestante que luego combinaran con los datos de la primera ecografía para calcular las posibilidades de ciertas anomalías cromosómicas, como el Síndrome de Down. Vamos, que no te sorprendas cuando veas que te sacan tantos tubitos de sangre el día del análisis.

Ecografía de las 12 semanas: por lo general suele ser a las 12 semanas la primera ecografía que hacen en la Seguridad Social en Andalucía, salvo que por otros motivos consideren oportuno realizar alguna antes. En esta ecografía, se confirma el latido fetal, se determina el número de embriones, que el bebé se esté desarrollando correctamente, se toman las medidas del bebé para poder concretar la edad gestacional y así determinar (o corregir) la FPP. Asimismo, se mide el pliegue nucal o la translucencia nucal y observan si tiene tabique nasal (datos necesarios para detectar si puede tener Síndrome de Down). Los datos que se recogen de esta ecografía se combinan con los resultados del análisis sanguíneo para calcular las probabilidades de que el bebé pueda sufrir alguna anomalía cromosómica.




Triple Screening: o cribado combinado del primer trimestre; es precisamente lo que hemos comentado anteriormente, es una prueba no invasiva (a elección de la paciente) que determina las probabilidades de que el feto tenga alguna anomalía cromosómica, como las trisomías 21, 18 y 13. Esto se calcula ajustando el riesgo de estas patologías según la edad materna, marcadores ecográficos y los niveles bioquímicos en la sangre materna en el primer trimestre. Se considera una gestación de alto riesgo cuando el riesgo es superior a 1/250 para trisomía 21, 18 o 13. En estos casos, se ofrecerá un procedimiento invasivo como una biopsia corial o amniocentesis

Los resultados de mi segundo embarazo del Triple Screening por el seguro privado.


Trisomía 21: Síndrome de Down.

Trisomía 18: Síndrome de Edwards.

Trisomía 13: Síndrome de Patau.

Amniocentesis: es un estudio que se hace durante el embarazo en algunos casos, que permite recoger información sobre el desarrollo del bebé, tomando una muestra del líquido amniótico. Dado que es una prueba invasiva con cierto riesgo de aborto, es una prueba que sólo recomiendan hacer a mujeres cuyos resultados del Triple Screening salieron positivos o con unas probabilidades altas de que el bebé tenga alguna anomalía cromosómica.

Y eso es todo de momento. Si hay algo que se me haya olvidado incluir, por favor dejádmelo en los comentarios y lo añadiré en el post. ¡Próximamente haré un recopilatorio de los términos y pruebas que se oyen durante el segundo trimestre!

¿A vosotras os parecía chino todas las cosas que oíais al principio del embarazo? ¿Os resultó muy confuso aclararos con las distintas pruebas que teníais que hacer?

viernes, 4 de diciembre de 2015

La barriguita crece: 15 semanas


Lamento el parón de la semana pasada, pero entre los virus que se apoderaron del peque y de mí, y que estuve súper liada, no me daban los días para sentarme en el ordenador y dedicarle un ratillo al blog. Pero bueno, a veces la vida se complica y no hay suficientes horas al día para abarcarlo todo.

Para no hacer demasiado aburrido el blog, iré haciendo actualizaciones de "la barriguita crece" sobre la progresión de la tripita y los síntomas del embarazo cada 2 semanas, a no ser que haya algo que merezca un post especial, pero en ese caso no entraría en la categoría de "la barriguita crece".

15 semanas




En este embarazo, las semanas pasan volando y ni me doy cuenta. El otro día me lo comentaba mi marido, "¡no me puedo creer que ya estés a punto de entrar en la semana 16!", lo cual me pilló por sorpresa, porque en mi mente yo aún seguía en la semana 14 estancada, jajaja.

Desde que empecé el segundo trimestre, pocos síntomas de embarazo tengo, la verdad. De hecho, y si os soy sincera, se me olvida la mayor parte del tiempo que estoy embarazada, y sólo me acuerdo si me miro al espejo, al vestirme, o si hago alguna brutalidad jugando con el peque. 

Lo cierto es que me encuentro tan bien, que he recuperado el apetito y he vuelto a mi peso anterior al embarazo (había perdido 3kg en el primer trimestre). Aún así hay cosillas que aún me siguen dando asquete, como las hamburguesas, lácteos en general, comida con mucha grasa, las patatas fritas, etc. 
También vuelvo a tener mucha más energía y ganas de hacer cosas, sobre todo ordenar y limpiar. Ayer sin ir más lejos, me limpié bien a fondo toda la cocina, en un frenesí que ni yo misma reconocía en mí. Eso sí, después no había quien me levantara del sofá.

Y lo más destacado de esta semanita es que sentí la primera patadita (o codazo, a saber) del bebé, ¡desde fuera! Ya antes estaba sintiendo pequeños movimientos nada claros, y muy sutiles, como aleteos, desde hacía un par de semanas... Pero en esta semana he empezado a sentir unos movimientos muchos más claros y definidos, y lo más emocionante es que ya se aprecian desde fuera y mi marido puede sentirlos o verlos también. Es una de las cosas que más me gustan de estar embarazada, es cuando por fin empiezo a creerme que realmente hay vida dentro de mí, que mi bebé está vivito y coleando, y empiezo a realmente sentirme conectada con él/ella. En este embarazo lo he sentido tan pronto (en mi primer embarazo no sentí estas patadas hasta la semana 19-20, y desde la semana 12 hasta la eco doppler de la semana 20 estuve usando cada semana en casa un doppler fetal casero, Angel Sounds, para escuchar el corazoncito del bebé y sentirme más tranquila de que el bebé seguía bien), que justo cuando estaba por volver a sacar del trastero el Angel Sounds para quedarme tranquila, al final no me ha hecho falta porque sentir y ver esas pataditas, me bastan para saber que todo sigue bien. De todas formas, creo que lo acabaré sacando para poder grabar el sonido del corazón y poder tenerlo de recuerdo, como hice durante el embarazo de mi peque.



En cuanto a las hormonas y mi carácter, esta semana sí he ido notando que salto con más facilidad y estoy algo más gruñona... Pensaba que me iba a librar, y que en este embarazo las hormonas no afectarían a mi carácter, pero no estoy ya tan segura. Aun así intento pensar, cuando algo me está afectando, que realmente no es tan importante y es por culpa de las hormonas que me lo tomo tan a la tremenda; eso ayuda a tranquilizarme antes o no llegar a estallar...

En cuanto a comprillas para el futuro bebé, aún no he comprado nada de nada. Ropa tendré que comprar sí o sí, porque nacerá en mayo, y de bebé hasta los 9 meses sólo tengo ropa de invierno. Pero todavía no encuentro ropa de primavera verano en tiendas, porque estamos en pleno mes de diciembre, así que hasta después de las rebajas no creo que vaya a encontrar nada. En cuanto a artículos de puericultura, tengo lo más importante ya de mi primer hijo y sirve perfectamente para el segundo. De todas formas, tendré que comprar algunos chupes, biberones, algunos pañales de tela más, una segunda cámara para el intercomunicador... Algunas cosillas sí que debo comprar, pero esperaré a pasar estas Navidades por si cae algún regalo para el segundo bebé. 

¿Cuándo empezasteis a comprar cosillas para el bebé? ¿Comprasteis muchas cosas para vuestro segundo bebé o pudisteis reutilizar lo del primogénito? ¿Cuándo sentisteis la primera patadita del bebé?

lunes, 23 de noviembre de 2015

Las etiquetas: ¿es un niño bueno o malo?


Nunca me han gustado las etiquetas cuando las usamos para encasillar y calificar a las personas, pero mucho menos me han gustado que se apliquen a los niños, porque creo que pueden llegar a hacer mucho daño.

Siempre he odiado cuando me han preguntado delante de mi hijo, "¿qué, cómo es el peque? ¿es bueno o malo?". Perdone, pero mi hijo ni es bueno ni malo, es un niño. Como todos los demás niños, no los hay ni buenos ni malos, o si acaso, todos los niños son buenos. De hecho, sí que creo que todos los niños son buenos por naturaleza, y si hacen algo mal, no lo hacen con la maldad que solemos adjudicar a las acciones de los adultos. Lo hacen por experimentar, por probar, lo hacen porque desconocen que eso no está bien... Pero no podemos ir diciendo que son malos o buenos y clasificándolos de una forma u otra.

Mi hijo no es un niño tranquilo, que se entretenga fácilmente solo con cualquier cosa. Es un niño muy activo, lleno de vitalidad, energía... Digamos que no me lo ha puesto fácil desde que nació. Pero eso no lo convierte en malo. Siempre respondo que es bueno, muy listo y que está lleno de energía. A lo que me responden, "Vamos, que no para quieto, ¿no?". No, señora, no para quieto, pero es que no podemos pedirle a un niño de 2 años que se esté quieto, sentado, como un adulto, porque no lo es. Es un niño, tiene que moverse para aprender y experimentar, para conocer sus capacidades y límites, para jugar, para disfrutar de la vida de la mejor manera, con ejercicio y actividad física.

(Y ya después de que los demás clasifiquen a mi hijo de "perdigón" o de "nervioso", empiezan a hacer comparaciones con sus propios vástagos a los que sí que clasifican de "buenos", porque son niños muy tranquilos. Arggggg...)

Y como ahora estoy embarazada de nuevo, lo cual significa que la gente pierde la educación y se les olvida automáticamente poner un filtro antes de hablar, ahora me están empezando a decir, "¡Anda, qué valiente! ¡Ya por el segundo! Entonces el peque debe ser un niño muy bueno, porque para que os hayáis animado..." (conversación verídica con mi vecina). Vamos a ver... Mi hijo sí es bueno, como creo que lo son todos los niños. Pero ¿qué pasa, que sólo los niños tranquilones y fáciles ganan el derecho a tener hermanos? ¿Insinúas que si un niño es muy travieso pierde toda posibilidad de convertirse en hermano mayor?

Me indigno, vamos.

Yo cada vez que recuerdo la conversación con mi vecina me enciendo, de verdad. Sí, alguna vez hemos bromeado mi marido y yo cuando el peque llevaba rachas en las que estaba más complicado que de costumbre, diciendo que nuestro churumbel estaba haciendo oposiciones a hijo único. Sé que no va a ser nada fácil la bimaternidad, partiendo del hecho que mi hijo siempre fue un niño de alta demanda (que existen, y nacen así, no los creamos nosotros, creedme), que me requiere aún mucho, y sé que los primeros años serán bastante (o muy) duros y complicados, dividiendo mi atención entre dos criaturas que me necesitan. Estoy mentalizada y sé en qué me estoy metiendo (bueno, aún no sé realmente cómo será la experiencia, pero ya voy con el cuerpo algo preparado). También teníamos claro que queríamos tener otro hijo, porque a pesar de todas las dificultades que implica traer una nueva vida al mundo, nos haría enormemente felices. Asimismo sé que tener un hermano es un gran regalo para toda la vida. Que aunque el principio sea muy duro, crecerán juntos y aprenderán valores que de otra forma creo que será más complicado que entiendan y adquieran. Sé que le vendrá bien a mi hijo tener un hermano o hermana, porque así aprenderá a ser más paciente, más delicado, más empático, más generoso, aprenderá que no todo gira a su alrededor y tendrá un compañero de juegos para siempre. Y sobre todo sé que a largo plazo todo habrá merecido la pena.

Pero si ya las etiquetas (o apodos) me tenían cansada, ahora con el segundo embarazo vuelven a reflorar y me tienen que trino. Por favor, dejemos ya de etiquetar a los niños de buenos o malos según si son activos o tranquilos, obedientes o independientes... Porque esos son sólo rasgos de su personalidad; lo que los hacen buenos o malos es la educación y valores que se les inculque en casa.

viernes, 20 de noviembre de 2015

La barriguita crece: 13 semanas



Aunque ahora que escribo este post estoy de 14 semanas recién cumplidas, no quiero ir dejando pasar el tiempo, y me gustaría ir dejando pequeños posts de recuerdo de este embarazo. No sé si haré estos "updates" cada semana, o cada X número de semanas para no aburrir al personal, pero sí los iré publicando periódicamente para ir compartiendo la evolución de este embarazo y cómo me he ido sintiendo durante estos meses.

13 semanas






Me cuesta creer que ya hayamos dejado atrás el primer trimestre y estemos empezando ya el segundo. A finales de la semana 12 y principios de la 13, me pareció sentir por primera vez al bebé, pero no estoy del todo segura. Es muy pronto desde luego, y no fue la clara patadita que no deja lugar a dudas; fue más bien como el aleteo de una mariposa. Pero aunque he vuelto a sentir lo mismo en repetidas ocasiones, no estoy del todo segura que sea el bebé y no gases, pequeñas contracciones o movimientos intestinales.

Por fin a partir de esta semana me he empezado a sentir mejor en cuanto a náuseas. Voy empezando a comer mejor y de forma más variada, aunque aún hay alimentos que me dan mucho asco, como la carne triturada (en hamburguesas, albóndigas, etc.), comida frita o con mucho aceite o grasa, algún pescado como la merluza, y los lácteos. Aún soy incapaz de tomarte un vaso de leche o un yogur sin sentir ganas de vomitar. Lo que más me apetece comer y me sienta bien al estómago es lo que estoy tomando cada día en el desayuno: pan de centeno integral untado con poco de queso y una loncha de pavo o en su defecto rodajas de tomate con sal, un cappuccino descafeínado, y una mandarina. Si fuera por mí comería eso también de almuerzo y cena.



Los pechos ya no los tengo tan sensibles, aunque se han quedado con una o dos tallas de más. Me siento también con mucha más energía y con ganas de hacer cosas, algo que era totalmente imposible durante los primeros meses, que no tenía fuerzas ni para levantarme del sofá, y cada actividad por pequeña que fuera era un mundo para mí.

Lo cierto es que al sentirme ya tan bien, se me olvida que estoy embarazada la mayor parte del tiempo, hasta que me paso haciendo algunos movimientos o esfuerzos y me empieza a molestar algún ligamento o el vientre (o vuelvo a manchar ligeramente).

Por la Seguridad Social no vuelvo a tener ecografía hasta el 23 de diciembre, que sería la eco de las 20 semanas, y me parece una eternidad. Esperar tanto tiempo para saber si todo va bien o si por el contrario algo ha pasado me agobia un poco, sobre todo ahora que no siento las claras patadas del bebé que son tan tranquilizadoras para la embarazada.

En cuanto a peso, hasta la semana 13 había perdido 3kg (me quedé en 47kg), pero a finales de la semana 13 parece que ya he recuperado 2kg (49kg peso ahora, 1kg menos de lo que pesaba antes de estar embarazada), gracias a que puedo ir tolerando mejor la comida. El cambio ha sido radical. 

A diferencia de mi primer embarazo, de momento en este las hormonas se están comportando o yo he aprendido a lidiar mejor con ellas, y no me están afectando mucho al carácter. En mi primer embarazo, estaba irascible y con cualquier cosa saltaba, o pasaba de llorar desconsoladamente a reírme a carcajadas en cuestión de segundos. Bipolar totalmente. En este embarazo, sin embargo, me encuentro más serena, más estable emocionalmente, no la pago con mi marido ni con nadie en particular, sigo estando de buen humor, y si veo que ando algo susceptible en algún momento, soy capaz de anticiparme, recapacitar y tener más autocontrol, sabiendo que mucho de lo que puedo estar percibiendo de mala manera, es posible que sea causa de las hormonas, y automáticamente le resto importancia, sintiéndome mejor inmediatamente. ¿Quizás puedo decir aquí que la experiencia es un grado?

En lo que se refiere a la barriguita en sí, ya se aprecia claramente el embarazo. En este segundo embarazo, ha salido antes y ahora mismo tengo la misma barriga que tenía cuando en mi primer embarazo estaba de unas 20 semanas... ¡Miedo me da! Espero que se ralentice un poco ahora el crecimiento barriguil porque si no, esto puede llegar a dimensiones exageradas.

Aún no me he animado a comprar nada para el bebé, porque ya tenemos muchas cosas gracias al hermano mayor, y porque prefiero esperar a saber con certeza el sexo y a partir de ahí ya comprar con más seguridad algo de ropa, ya que al principio la ropa que tenemos del peque no le valdrá, ya que van a nacer en distintas estaciones (el peque nació en octubre, y de tallas 0-9 meses tenemos ropa bastante abrigada, mientras que este bebé nacerá, si no tiene prisas, en la segunda quincena de mayo, y necesitará ropa más fresquita y de verano). Lo único que tiene ahora mismo el bebé es una canastilla gratuita que hemos conseguido en Todopapás. Pero bueno, poco a poco...



jueves, 19 de noviembre de 2015

Mi experiencia con los tests de embarazo



Tras dos embarazos (aunque el segundo aún está en proceso), y después de haber probado diversos tests de embarazo, he pensado que quizás a alguien le puede resultar de utilidad mi experiencia personal con estos artilugios, ya que a mí me hubiera gustado saber de esto mucho antes de haberme gastado el dinero en algunos.

Clearblue: en el primer embarazo, como primeriza que era, recurrí al archiconocido Clearblue. Lo usé el mismo día de la falta, ya que según decía el prospecto podía detectar el embarazo incluso unos días antes de la falta. Pues me llevé un chasco, porque después de los más de 10€ que costaba cuando entonces, resultó estar defectuoso y salió error. Volví a comprar otro, pero me dio negativo ese mismo día. En este segundo embarazo, aunque le dije a mi marido que no comprara uno, se fue a la farmacia y vino con el test, y con 15€ menos (es muy caro, y por lo visto han subido el precio bastante en menos de 3 años). A 3 días de la falta me lo hice, y esta vez no decepcionó: salió embarazada y especificó el tiempo aproximado de gestación. Mi conclusión: con tanta tontería de pantalla y pilas, es posible que venga defectuoso y no funcione, y te habrás gastado 15€ y se te queda cara de tonta. Por otro lado afirman que son de alta sensibilidad, y así se lo vendieron esta última vez en la farmacia a mi marido... En mi primer embarazo no fue capaz de detectar el embarazo en el mismo día de la falta, pero en este embarazo sí pudo detectarlo a 3 días de la falta. O han mejorado la sensibilidad en estos años, o ha sido suerte. ¿La desventaja de estos tests? (además del precio) Que la pantalla sólo dura encendida 24-48h, por lo que si quieres el recuerdo del positivo mejor hazle una foto, porque después no se verá nada en la pantalla...



Tests de tira: cansada del dinero que se te va en los tests de embarazo, leí por internet opiniones muy buenas de la fiabilidad y alta sensibilidad de algunos tests de tira. Los de mayor sensibilidad son los capaces de detectar 10mlU/mL de HCG en la orina. Ahora bien, hay que tener cuidado con algunos tests de embarazo de tira, ya que algunos producen la famosa "línea de evaporación", que te puede hacer creer que es un positivo, cuando no lo es. Después de leer y leer mucho por internet, encontré la recomendación de los tests de la página Libertytest, que son de los pocos que aseguran que no dejan línea de evaporación. En farmacias no he encontrado este tipo de test de tira. ¿Ventajas? Son ultrasensibles (10mlU/mL) y sobre todo el precio: venden packs de varios tests por mucho menos que en otros sitios o en farmacias físicas. Además los tienes en casa de un día para otro, nadie se entera de qué has comprado (que en la farmacia si te conocen te empiezan a gastar bromas o hacer comentarios...) y los gastos de envío son económicos. Asimismo, en este segundo embarazo pude comprobar que a medida que pasaban los días, si me hacía un nuevo test, salía la raya más marcada.
  


Test en formato termómetro: son unos tests con carcasa plástica que simplemente muestran en una pantalla la línea de control y la línea del positivo. Uno de esos tests, que supuestamente eran de alta sensibilidad (así lo aseguraban, pero luego resulta que la sensibilidad es de 25 mIU/ml), en mi primer embarazo en el mismo día de la falta me dio negativo. Una semana después de la falta sí me dio positivo, pero ya los síntomas propios del embarazo me iban dando a mí la respuesta sin necesidad de mucho test de embarazo. En estos tests con carcasa sí pude comprobar, sin embargo, que a medida que pasaban los días, si me hacía un nuevo test, salía la raya más marcada, al igual que los de tira. Son más baratos que el famoso Clearblue, pero más caros que los de tira y no tienen una sensibilidad tan alta. Creo que los compré en Farmatest, en mi primer embarazo, aunque ya no me acuerdo bien.


Ésta ha sido mi experiencia con los tests de embarazo, espero que os haya sido de utilidad.

¿Cuál fue vuestra experiencia? ¿Cuál usasteis para detectar el embarazo?

martes, 17 de noviembre de 2015

Los miedos en el embarazo


Si he tardado tanto en contaros sobre mi embarazo, es precisamente por miedo. 

Estaba convencida de que los miedos durante el embarazo eran más típicos en primerizas, y juré y perjuré que no sentiría miedo ni inseguridad o cualquier sentimiento negativo en mi segundo embarazo y que lo disfrutaría desde el minuto 0.

¡Pero me equivocaba!

Aunque en esta ocasión sí sé qué esperar más o menos en cada etapa del embarazo y en el parto, y estoy algo más relajada, me ha cogido por sopresa el miedo que se apoderó de mí desde el momento en el que vi el primer test de embarazo positivo allá por septiembre, y me ha impedido disfrutar plenamente de la alegría de esperar un bebé, al menos durante el primer trimestre.

 No es que tenga miedo al parto, no. Es miedo a que algo no vaya bien. Miedo a que le pase algo al bebé. Miedo a que no vaya adelante el embarazo y lo pierda. Miedo a hacer algo inintencionadamente que pueda perjudicar de alguna forma a la pequeña vida que está creciendo en mi interior. Miedo a un parto prematuro y días, semanas o meses en neonatología. Y es un miedo horrible, un miedo que paraliza y te arrebata la alegría del momento tan especial que estás viviendo. Es una angustia que se te enreda en la garganta y te hace un nudo en el estómago. Una angustia que te impide pensar con lógica y claridad, y sólo hace venir a tu mente ideas negativas de un futuro poco alentador. Conocer casos cercanos de abortos recientes no ayudaba tampoco a sentirme tranquila. Tampoco ayuda haber vivido un primer embarazo con sustos, amenaza de parto prematuro y un parto recién cumplidas las 37 semanas que acabó con el recién nacido ingresado en neonatología. Y el haber tenido pequeños sangrados intermitentes en este segundo embarazo que hacían disparar mis pensamientos paranoicos de que algo iba mal no me han hecho muy fácil el camino de relajarme y disfrutar de este segundo embarazo.

Ahora me arrepiento de no haber vivido este primer trimestre completamente tranquila y feliz, pero también sé ahora que da igual el embarazo que sea, ya sea mi primer o mi tercer embarazo, ese miedo siempre estará ahí en mayor o menor grado, y hasta que poco a poco vas viendo que todo va saliendo adelante, y que ese pequeño guisantito se agarra a la vida, no respiras algo más tranquila y empiezas a disfrutar del momento. Aún hay días en los que el miedo me invade (aunque ya son los menos), sobre todo cuando ha pasado mucho tiempo desde la última ecografía o cuando en poco tiempo tendré la siguiente eco y me asaltan todas las dudas... ¿Estará bien? ¿Seguirá habiendo latido? ¿Se estará desarrollando bien? ¿Detectarán algún problema?

Cuando me preguntan si preferimos niño o niña, realmente me parece una pregunta tan superficial y absurda. Realmente no es algo que esté en mi mente ahora mismo. ¡Me da igual si es niño o niña! Sólo quiero que esté bien, sano/a. Parece un tópico, pero cuando te enteras de casos de abortos, o de bebés con mil problemas médicos, realmente te das cuenta de que existe esa posibilidad, que te puede también tocar a ti; es una lotería. Por eso realmente lo que me preocupa ahora mismo es que todo siga adelante bien, y que mi peque crezca sano/a. 

Y cuando no me asaltan estos miedos por el bienestar de mi segundo bebé, me asaltan dudas sobre cómo le afectará la llegada del hermanito/a a nuestro peque mayor. ¿Tendrá celos? ¿Lo querrá? ¿Tendré tiempo para los dos? ¿Cómo me organizaré con los dos para cubrir todas sus necesidades? ¿Y si no lo quiere y lo trata mal? ¿Y si lo rechaza? De momento estamos intentando que esté muy involucrado en el embarazo, lo llevamos a las ecografías, le explicamos que en la barriga de mamá crece un bebé, y le enseñamos fotos de las ecografías para que vaya asumiendo que algo distinto está pasando y está por llegar... Aunque no entienda realmente muy bien el qué.


Ay, se me había olvidado las cosas "malas" de lo que es estar embarazada, esos miedos que sentía estando embarazada del peque, y pensaba que en este segundo embarazo no tendría miedo a nada y que lo disfrutaría al 100%. Pero me equivocaba...

¿Y vosotras? ¿Cómo habéis vivido el embarazo? ¿Tuvisteis miedo? ¿A qué exactamente?

martes, 10 de noviembre de 2015

Las primeras semanas de mi segundo embarazo


Aunque ya estoy de casi 13 semanas, creo que debo también explicar por qué he tardado tanto en dar la buena noticia en las redes sociales y al resto de amigos y familiares... Y por ello debo empezar desde el principio.

Era septiembre... Primeros días de vacaciones en la playa. Sabía que la regla me tenía que venir en el último día de vacaciones o ya estando de vuelta en casa. Aún me quedaban unos 10 días antes de que me viniera la regla para poder disfrutar bien de la playa y piscina... Pero empecé a sentirme regular. La verdad es que me mosquée bastante porque ya me veía venir yo a la señora de rojo adelantándose una semana, para fastidiarme mis vacaciones. Dolor de ovarios, dolor de útero... 

Un domingo empecé a sentir un dolor de cabeza tremendo. Era brutal. A cada paso que daba, sentía que me iba a explotar la cabeza. A eso se me sumaron náuseas... Y los olores... de repente sentía una gran sensibilidad en el olfato y olía cosas que los demás no. Para colmo me molestaban los pechos y de repente el peque parecía mostrar rechazo en las tomas... Ahí empecé a sospechar. Aunque claro, ¿cómo era posible tener todos esos síntomas que parecían de embarazo si aún me quedaban 7 días para la falta? Además empecé a manchar.

Así que al principio lo vi claro, la puñetera regla había venido a fastidiarme pero bien las vacaciones. El cabreo que me cogí era monumental y estaba de un humor de perros, que mejor mantener una distancia prudencial de 10 metros de mí.

Ya daba por sentado que la regla se me había adelantado... Pero parecía que se estaba burlando de mí. Me sentía físicamente mal, pero sólo manchaba apenas rosado muy clarito una o dos veces al día, al ir al baño y limpiarme. Así estuve unos 3 días... Llegó el día de volver a casa para descansar un poco y volver a la carretera para ir a pasar unos días al pueblo de mis abuelas. Pero las náuseas iban a más. Ya no podía comer nada. Los olores eran tan fuertes que aumentaban aún más mis ganas de vomitar... Y a eso se sumaron ganas de hacer pis cada dos por tres. Ya de camino a casa, le comentaba a mi marido que esto no me parecía normal. Nunca me había sentido así con una regla. Así que determinamos que me haría un test de embarazo cuando estuviéramos en casa, y de salir positivo pero seguir manchando, iríamos a urgencias, para que me vieran y me dijeran qué hacer, sobre todo teniendo en cuenta que teníamos planeado salir de viaje al día siguiente.

Pues en cuanto llegué a casa, rebusqué en el baño y encontré unos tests de embarazo de cuando me quedé embarazada del peque, allá por 2013. Ni esperé a la mañana siguiente, ni esperé a la primera orina, ni leches. Nada más llegar, me hice el test. Y a los 10 segundos... 




Positivo.

Fui corriendo a mi marido que ni sabía que me estaba haciendo un test en esos momentos (él imaginaba que me lo haría a la mañana siguiente tras comprar alguno en la farmacia), y se lo enseñé. Me miró sorprendido y dijo "¿positivo? ¿pero de dónde has sacado ese test?". Ahí le dije que me sobraron de cuando me quedé embarazada en 2013... y entonces me hizo reflexionar "¿y eso no estará caducado?". Cachis, ni me había fijado en eso...

Miré el envoltorio, y efectivamente estaba caducado. Mi marido entonces dijo que eso no era nada fiable, que eso podía ser un falso positivo, y que mejor comprar uno en la farmacia. Yo no quería que se gastara el dinero en alguno de la farmacia, y busqué un pack de 5 tests de tira, súper baratos que encontré en una farmacia online. Una vez que había hecho el pedido, ya se había ido, y volvió con el famoso Clearblue (¡y qué caro es, jopetas!), porque le habían dicho en la farmacia que era el de mayor sensibilidad que tenían. Bueno, pues ni esperé a la mañana siguiente ni nada. Esa tarde me lo hice  y en cuestión de segundos salió la palabra... EMBARAZADA.


Luego salió el tiempo estimado de gestación, 1-2 semanas. Estaba de poquísimo, pero claro yo estaba manchando. Así que me hice a la idea de que lo iba a perder. No me puse a dar saltos de alegría, más bien me inundó la angustia y la preocupación. Ahora que sabíamos que estaba embarazada, fuimos a urgencias para ver qué me pasaba, por qué sangraba y si podía ir de viaje al día siguiente o mejor quedarme en casa tranquilita (a todo esto a mis padres, con los que íbamos a viajar al día siguiente, les dije que estaba con gastroenteritis y que no sabía si viajaría).

Llegamos a urgencias, y tras explicarle lo que me pasaba a la doctora que me atendió, procedió a hacerme una ecografía, en la que por supuesto y como imaginé yo, no se veía nada, pero ni se observaba tampoco sangrado de ningún tipo... así que me mandó hacer una beta, y ver qué salía... Efectivamente salía que estaba embarazada. Ella me comentó que seguramente el sangrado que estaba teniendo durante 3 días, por la escasa cantidad y características del mismo, sería el sangrado de implantación. Me dijo que podía irme de viaje, pero que me repitiera la beta en 48 horas para comprobar  que los niveles hormonales en sangre aumentaban y que todo iba adelante (no soy médico ni experta en estos temas, por lo que aunque en su momento me dijo y recordaba el nombre de la hormona, ahora no tengo ya ni pajolera idea...).

Así que nos fuimos de viaje, yo con mis náuseas y mal cuerpo, y sin decirles nada a mis padres (ni a mis suegros ¡ni a nadie!). A mis padres les dije que en urgencias me habían dicho que la gastroenteritis sería un virus de 24 horas y que podía viajar, pero que vigilara la dieta y comiera poquito y sin forzarme (otra cosa no se me ocurrió decirles, me pareció que así no sospecharían de mi comportamiento, y no quería decirles la verdad hasta no hacerme la segunda beta y comprobar que todo iba adelante, para no crearles falsas ilusiones).

Cuando volvimos del viaje, volví a urgencias a que me repitieran el análisis y efectivamente habían aumentado los niveles de la hormona en sangre tal y como debía ser. Y ese mismo día se lo dijimos por teléfono a nuestros padres (aunque íbamos a vernos al día siguiente, no pudimos ya aguantar más).

La loca de los tests, jaja. El primer test, el de arriba, fue el primero que hice que estaba caducado, pero ya ahí salió positivo. Después me hice el famoso Clearblue, y después para ir viendo si iba aumentando el nivel de la hormona en los sucesivos días, usé estos tests de tira de gran sensibilidad que compré por internet, porque no quería que mi marido comprara en la farmacia el Clearblue (soy una baratera, ¡y no quería que se gastara tanto en un simple test!). Finalmente acabó comprándolo tras haber hecho yo el pedido por internet...  pero bueno, los acabé usando para ir viendo si iban marcándose más fuerte la línea del test (lo cual significa que ha aumentado el nivel de la hormona del embarazo).

Ya a esas alturas no sangraba más. Sólo había sangrado apenas durante 3 días, y efectivamente había sido el sangrado de implantación (entre todo esto mi peque se destetó solo en esos días; seguramente notó él desde el principio algo raro, porque cuando mamaba, paraba y ponía muecas que parecía indicar que el sabor de la leche había cambiado o algo así, y me decía "ya está"... parecía que ya no le gustaba; así que, en mi caso, la posibilidad de una lactancia en tándem no se dio, y el destete fue dentro de lo que cabe natural y marcado por el peque, a los 23 meses, aunque me hubiera gustado haber llegado a darle el pecho hasta los dos años como mínimo). En mi mente tenía pensado anunciarlo a los demás familiares y amigos en la semana 8, pero hasta la semana 10 he tenido ligeros sangrados intermitentes que nos han dado varios sustos y hemos visitado urgencias en más de una ocasión... Todo resultó ser por un pequeño pólipo que se formó a raíz de unos puntos mal dados de mi anterior parto. Así que hemos tenido el miedo en el cuerpo hasta hace bastante poco y de ahí que haya decidido anunciarlo públicamente ya en la semana 12.

Ecografía - Semana 8. Aquí´pudieron por fin confirmarme latido fetal y me aseguraron que de momento todo iba bien. Ahí estaba nuestra lentejita. Algo amorfa, pero yo lo veía lo más lindo del mundo. Amor de madre.


Lo que más me ha llamado la atención es lo diferente que está siendo este segundo embarazo del primero... En mi primer embarazo, no tuve sospechas de estar embarazada hasta una semana después de la falta, sí tuve manchado de implantación pero duró sólo un día, y los síntomas no empecé a tenerlos hasta la semana 6, y me acompañaron hasta la semana 13, siendo estos: náuseas, vómitos, ascos (sobre todo a la carne y al chocolate), gran sensibilidad a los olores, y cansancio/sueño extremo (me dormía por las esquinas y a cualquier hora). En cambio en este segundo embarazo, tuve sospechas casi una semana antes de la falta (es decir, desde la semana 3), precisamente porque empecé a tener claros síntomas de embarazo (que en mi caso jamás tengo durante el SPM ni durante la menstruación), y me han durado hasta la semana 12: náuseas (mucho más marcadas, a todas horas, con el estómago lleno o vacío, daba igual), ascos (rechazo a todo tipo de comida prácticamente, pero especialmente a los lácteos, carnes, comida frita o con grasa, dulces, chocolate, agua, zumos... lo único que podía comer sin vomitar eran mandarinas, tostadas integrales, ensaladas con bastante vinagre -y odio el vinagre), vómitos, gran sensibilidad a los olores (hasta el olor del jazmín me resultaba tan fuerte que me revolvía el estomágo y me daban ganas de vomitar), dolor de cabeza, dolor y gran sensibilidad en los pechos, aumento del tamaño del pecho, calambres y dolores en la zona del útero y ovarios, cansancio extremo e insomnio (lo cual era bastante frustrante, querer dormir, estar agotada, y no poder).




Ecografía - Semana 12


Ahora ya voy volviendo a sentirme normal, vuelvo a recuperar el apetito, la energía, y espero poder recuperar algo de peso... antes de estar embarazada pesaba 50kg, pero después de estas semanas, he bajado y peso 47,5kg, lo cual me parece bastante bajo, pero sé que ahora que vuelvo a comer bien y de todo, lo recuperaré pronto y la lentejita también contribuirá a sumar kilos en breve.


¿Cómo fueron vuestros embarazos? ¿A alguna le pasó algo similar?

Aprendiendo a Ser Mamá... X 2!!


Pues sí, ahora la tarea de aprender a ser mamá se va a duplicar... porque ¡¡¡nuestro peque pasará a ser hermano mayor y tendrá un hermanito o hermanita dentro de unos meses!!!




Me ha costado la misma vida guardar este secreto tanto tiempo... Quería gritarlo a los cuatro vientos desde el momento en el que supe que estaba embarazada. Pero me daba miedo a que no fuera bien, y tener que dar explicaciones después, siendo algo tan doloroso, incómodo, y privado... Sólo lo supieron desde el principio nuestros padres y unos amigos muy cercanos.

Estuve a punto de decirlo cuando nos confirmaron latido fetal a las 8 semanas, pero aún tenía miedo de que algo fuera mal y lo perdiera, por el alto porcentaje de abortos que suceden durante el primer trimestre... Os puede parecer una tontería, lo sé, pero yo preferí esperar. Ahí sólo pasé a comunicarlo por mi instagram privado a un círculo algo más amplio de amigos, pero sólo amigos con los que tenemos mucha confianza.

Ya el otro día (el 4 de noviembre) por la Seguridad Social tuve la primera ecografía de la semana 12 y todo parecía ir perfectamente, pero quise esperar a la ecografía del seguro privado (que tuve esta tarde) para tener la opinión y datos de un segundo profesional y ¡¡¡ya poder decir a todos que sí!!! ¡¡Voy a ser una BImamá!! ¡¡Nuestro peque tendrá un hermanito/a para mayo de 2016!!!


¡Aaaaahhh, no os podéis hacer a la idea de la ilusión que tenemos y de lo contentos que estamos! Y de la liberación que siento ahora al poder decirlo públicamente y de manera oficial. Es como si de repente el embarazo sí que fuera real... 

El peque aún anda algo confundido, le decimos que hay un nene o nena en la barriga de mamá, pero o se cree que él también tiene un nene en su barriga y lo va diciendo a todo el mundo, o se empeña en levantarme la ropa y mirar con detenimiento a ver si lo llega a ver de alguna forma (aunque dudo que lo consiga ver, si no es con visión rayos X). Le gusta ir a las ecos y ver la pantalla, señalando y diciendo "¡nene!" o "baby!" según le dé; esperemos que lo/la acepte así de bien cuando nazca...

Hoy en el privado nos dijeron ya si es niño o niña, pero nos aconsejaron que esperáramos a la semana 18-20 para que nos lo confirmaran; así que nosotros mientras estaremos calladitos esperando a esas semanas, para que nos lo confirmen sin lugar a dudas.

Ahora quizás entenderéis mi poca frecuencia con los posts desde septiembre... y es que sólo quería escribir este post y contar cómo me sentía, pero tenía que controlarme y esperar un poco... Ahora ya podré ir contandoos cómo nos enteramos, cómo ha sido este primer trimestre, y cómo va evolucionando la barriguita, porque ¡sí que es cierto que los segundos embarazos se notan antes! 

¡Estad atentos que vienen posts frecuentes a partir de ahora!

viernes, 6 de noviembre de 2015

Sello de Calidad: Hero Nanos Petit


Tenía en mente otro post, pero gracias a Madresfera tuvimos la oportunidad de participar en el Sello de Calidad de las bolsitas Hero Nanos Petit, y antes de que se me vayan pasando los días, me pongo a ello, que los recibimos la semana pasada. Bueno,  no los recibimos en casa... tuvimos que ir a Correos a recogerlos, lo cual es una incomodidad teniendo en cuenta que mi oficina más cercana de Correos abren sólo un par de horas por la mañana, y ha hecho un tiempo horrible... Ya podían haberlo enviado a domicilio, la verdad. Pero bueno, en este Sello de Calidad nos piden que evaluemos varios puntos, como aroma, textura, etc. y en eso nos centraremos.




Para quien no los conozca, los Hero Nanos Petit son unas bolsitas de ¿yogur? de fruta y queso, muy prácticas para llevar de merienda o aperitivo a cualquier sitio, porque no necesitan frío, y el propio peque puede comérselas solito, si no es muy bruto apretando las bolsas (mi churumbel hasta hace un par de meses era imposible dejarle comer solo de este tipo de yogures en bolsita, porque las estrujaba de manera que salía todo el contenido y acababa derramándoselo y manchando todo lo que estuviera a menos de 2 metros de distancia de él; ahora parece más precavido con 25 meses... pero no lo quiero decir muy alto).


Nos enviaron para evaluar un total de 6 bolsitas, de dos sabores: 3 bolsitas de fresa y queso, y otras 3 de multifruta y queso. En cuanto el peque las vio, se avalanzó hacia ellas, y pocas fotos me dejó hacer... Así que nos conformaremos con estas que saqué corriendo, mientras le quitaba las bolsitas de la mano y le pedía que se esperara un segundo.


Ahí se observa la imagen borrosa y poseída de mi churumbel en pleno ataque de nervios porque los quería todos para él ya y no entendía por qué mamá tenía que hacer fotos a las bolsitas...


Después de (no) esperar pacientemente,  le di a elegir cuál quería probar primero... lo cual acabó siendo un berrinche tremendo (mis queridos -terribles- dos años...), porque quería dos a la vez. Finalmente se decantó por la multifruta, para empezar. Y al día siguiente ya probó la de fresa y queso.




Aquí os paso nuestra evaluación:

1. Sabores: al peque le gustó más el sabor de fresa y queso. El de multifrutas no le hizo mucha gracia. Se lo comió porque lo entretenía el chupar y estrujar la bolsita, pero ponía cara rara a veces cuando se detenía a saborearla realmente. Las bolsitas de fresa sí que le gustaron y se las comía bastante contento. Aunque he de decir que en general, me parece que no han sido las bolsitas de yogur que más le han gustado. Nota: 3.

2. Textura: la textura era la misma tanto en las bolsitas de fresa y queso, y las de multifrua y queso, cremosa pero con algo más de consistencia que bolsitas de otras marcas que son más líquidos y han hecho que se ensucie el peque en otras ocasiones con más facilidad; esta consistencia se ha agradecido porque ha impedido que el peque se ensuciara o derramara en algún despiste el contenido. A él la textura desde luego no le ha desagradado, y mi peque es muy delicado con las texturas de los alimentos. Nota: 4.

3. Aroma: personalmente los aromas de las dos bolsitas me han echado para atrás desde el principio. El peque no debe ser tan delicado como la madre, porque no le dio asco alguno el olor. Es un olor algo indefinido, que te hace cuestionar qué es lo que estás a punto de comer y qué ingredientes llevará. Nota: 1.

4. Variedades que triunfan: ¿Cual ha sido tu variedad preferida? ¿Te gustaría que se ampliara la gama con un sabor determinado? Al peque le gustó claramente más el de fresa. Creo que han hecho de muy poquita variedad. Estaría bien que hicieran también de plátano, que suele ser un sabor que gusta a la mayoría de niños. O de piña, o sólo de melocotón (para que se aprecie realmente el sabor de la fruta, porque en la variedad multifrutas hay tal mezcla de sabores, que no se llega a distinguir bien un sabor determinado). Nota: 2.

5. Composición del producto: Me gusta que tenga un 70% de puré de frutas y un 25% de queso fresco, dejando sólo un 5% restante a ingredientes como el almidón de maíz, concentrado de zanahoria morada y grosella negra o el azúcar, citrato cálcico y aroma natural. Me parece una proporción sana y bastante equilibrada para ser un producto alimenticio infantil procesado. Aunque quizás habría que ver detenidamente la cantidad de azúcar que lleva... Nota: 4.




En resumen, una vez probadas y comidas todas las bolsitas, mi peque le da un aprobado a las bolsitas Hero Nanos Petit, aunque prefiere otras de otras marcas, por los sabores y variedad que ofrecen. Como mamá, me quedo tranquila sabiendo que los ingredientes son adecuados y sanos para un alimento infantil, y es una buena opción a tener en cuenta cuando se viaja o se va de excursión.

¿Vosotros las habéis probado? ¿Le gustan a vuestros peques? ¿Qué os parecen los ingredientes y composición con los que están hechos?